Técnicos del INTA Pergamino advierten sobre la aparición de la isoca medidora –Rachiplusia nu– en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos. Esta especie defoliadora es responsable de las primeras defoliaciones de importancia sobre el cultivo de soja en la región pampeana. Se estima que tendrá un mayor impacto en situaciones puntuales o zonales, donde la fauna benéfica no alcance a prosperar lo suficiente como para combatirla en forma natural, o bien sea drásticamente afectada por intervenciones químicas inadecuadas o incompatibles con su desarrollo.
Para Nicolás Iannone, especialista en entomología de esa unidad del INTA, aunque las poblaciones de isoca todavía son entre bajas y moderadas, “existe el riesgo de registrarse fuertes incrementos de medidora en el corto plazo, cuyo mayor o menor impacto en cada zona dependerá del desarrollo de la población del complejo de enemigos naturales y, entre ellos, especialmente de la eficacia del microhimenóptero poliembriónico que la parasita”.
Aunque las poblaciones de isoca todavía son bajas y moderadas, podrían registrarse fuertes incrementos en el corto plazo.
Esta herramienta de control biológico natural regula los niveles de plagas que, de lo contrario, estarían presentes en mayor cantidad. Dicha ayuda en el control de plagas, de manera natural y sin costo, podrá aplicarse en cada lote siempre que se lo permita, evitando intervenciones químicas de alto impacto negativo sobre la fauna benéfica, reduciendo drásticamente o eliminando sus poblaciones.
Iannone explica que “las condiciones de alta humedad disponibles a nivel de suelo y ambiente son muy favorables para el desarrollo de enemigos naturales. Permiten el rápido cerramiento de los surcos, creando un microclima más favorable aún para la reproducción y actividad de poblaciones de la fauna benéfica dentro de la canopia del cultivo de soja”.
Por ello, el INTA desaconseja el uso de químicos: “Está ampliamente demostrado que las alternativas químicas con drástica acción sobre benéficos suelen producir una rápida resurgencia de la plaga controlada –actitud que se contrapone con la búsqueda de alta residualidad–, o bien la aparición de otras especies plaga, debido a que su evolución fue favorecida por eliminación o supresión de la fauna benéfica”, remarca Iannone.
Así, el profesional del INTA Pergamino recomienda el uso de alternativas de control de defoliadoras que tengan un comportamiento amigable con los benéficos. De acuerdo con el técnico, ésta es la alternativa más económica y recomendable frente a las condiciones que caracterizan a la presente campaña, las cuales favorecen el desarrollo poblacional de enemigos naturales, potenciando así el efecto supresor de insectos plaga.
Iannone advierte, además, que “numerosas evaluaciones a campo confirman que una defoliación de alrededor del 10% no perjudica el rinde de la soja y posibilita su incremento cuando la soja presenta un gran desarrollo foliar, ya que las pequeñas perforaciones permitirían una mayor penetración de la radiación dentro de la canopia del cultivo, evitando un gran sombreado y, por ende, una reducida actividad fotosintética en el interior de la planta”.
Los ensayos a campo con infestación natural de plagas defoliadoras –según informes técnicos del INTA–, indican que defoliaciones entre el 5% y el 15% producen un incremento de rinde con respecto a las parcelas tratadas, es decir, sin daño.
Finalmente, el técnico aclara que la isoca medidora se encuentra asociada en muchas zonas a otro lepidóptero como la bolillera, presente en soja desde el arranque. También advirtió que, si bien al momento los niveles disminuyen significativamente, no se descarta un nuevo pico hacia fines de enero, en caso de que los benéficos no sean eficientes como para frenar naturalmente dicho pico poblacional.