Pese a que desde hace semanas desde la presidencia de la comisión de Agricultura se viene remarcando que hay un dictamen de consenso en torno a los proyectos de ley que buscan reformar a la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, Oncca, la realidad indica otra cosa.
Este martes circuló además un rumor, a partir de una publicación en un portal del agro, donde se aseguraba que mañana, jueves, se realizaría el plenario de comisiones de Agricultura, Comercio y Presupuesto, como había anticipado hace una semana el presidente de la primera –Ricardo Buryaile- para tratar la polémica cuestión Oncca.
La especie, sin embargo, fue desmentida ayer por fuentes parlamentarias, al señalarse desde las comisiones involucradas que no existía ningún tipo de citación para tratar el proyecto aludido, al menos por el momento.
Tampoco los diputados de la comisión de Agricultura, al menos de tres bloques políticos diferentes, habían recibido notificación para la reunión. Ni siquiera, ha sido convocada la comisión de Agricultura en estos días. “Esto tiene olor a operación” política, decía un diputado ayer a El Enfiteuta.
La sospecha se basaba en que la noticia acerca de una reunión conjunta para definir el futuro de la Oncca con un proyecto de ley, se conoció horas antes de que se realizara un debate público organizado por el Socialismo donde participaron desde la FAA hasta los empleados del Organismo que se quiere cambiar.
Así el organizador de la reunión, y vicepresidente del bloque socialista, diputado Lisandro Viale (Entre Ríos), presentó con sus colaboradores el proyecto de ley que se impulsa desde ese espacio donde se crea una Agencia para la comercialización del sector, en reemplazo de la actual Oficina, donde la mayor novedad es la conducción colegiada del organismo con un directorio que garantice la pluralidad.
En la iniciativa, Viale proyecta una Agencia de Control y Arbitraje del Comercio y la Industria Agroalimentaria (Acacia) conducida por un presidente en representación del Estado nacional, y un directorio integrado por las entidades de la mesa de enlace, las agroindustrias, la comercialización a través de las Bolsas, los trabajadores (tanto de CGT como de CTA), y representantes de los gobiernos provinciales de la región pampeana.
“No estamos planteando el IAPI”, se apuraron a aclarar desde el socialismo durante la presentación del proyecto.
Lo que se propone es abrir la participación en las decisiones a un organismo nuevo, con facultades para intervenir en el mercado (que incluye comprar, vender y almacenar mercadería), pero con una participación que lo dote de amplia transparencia en la gestión y sumarle planificación.
Este quizás haya sido el factor común que todos los bloques destacaron como el aporte más importante del proyecto, desde las bancas de la centro izquierda como el diputado Pino Solanas (Ver aparte) hasta de la centro derecha como el macrista Christian Gribaudo, pasando por los radicales Atilio Benedetti y el pampeano Eduardo Kenny.
“La Oncca ya está muerta, queda sepultarla”, dijo sin vueltas Omar Barchetta el segundo de Eduardo Buzzi en la conducción de la Federación Agraria Argentina.
El vicepresidente de la entidad justificó el comentario con El Enfiteuta al sostener que el organismo es casi mala palabra para los productores. “Todo lo que haga la Oncca es rechazado”, aseguró Barchetta, casi por definición.
De allí que destacó la necesidad de crear otro organismo para recuperar la credibilidad en los mecanismos de intervención como los que propone la entidad Federada que a la sazón está elaborando un proyecto en la misma dirección de la iniciativa de Viale.
“Coincido plenamente con esto”, añadió Barchetta por si a alguno le quedaban dudas, aunque los diputados Ulises Forte y Pablo Orsolini, ex vicepresidentes de la entidad, no estuvieron del encuentro, según se informó por estar participando en una reunión del bloque radical que integran con Ricardo Buryaile.
Para justificar la conducción del organismo en forma participativa se comparó con el INTA, un Instituto que viene desarrollando ese esquema desde su creación en 1956 hasta su Consejo Directivo actual integrado por las cuatro entidades de la mesa de enlace, más Aacrea, y las universidades.
Para Barchetta la diferencia con el INTA es que en ese organismo se discuten temas de producción, harto menos conflictivos que los de la comercialización, donde entran en pugna los intereses.
“Cuando no se quiere conformar un directorio de ese tipo es porque del otro lado no existen las mejores intenciones”, disparó el vicepresidente de la FAA. Algunos legisladores, como el diputado Jorge Cardelli de Proyecto Sur, en la conducción del organismo debería contemplarse la representación de la totalidad de los estratos productivos, incluidas las economías regionales, de manera “que esté contemplado todo el universo” de los productores sin excepción, y no solamente la comisión de enlace.
De la reunión, a la que asistieron unas setenta personas, participó también Víctor Taricco, representante de la Comisión interna ATE-Oncca, que en nombre de los trabajadores del organismo leyó un documento y criticó las propuestas para disolver la Oncca.
Taricco marcó las diferencias entre lo que es un gobierno y el Estado, para separar las críticas y denuncias que se yerguen sobre la Oncca , y defendió las políticas de intervención que apunten al desarrollo nacional.
El representante de ATE-Oncca aclaró además que “no fuimos mandados por nadie”, y resaltó la preocupación de los 550 trabajadores de la Oncca ante las iniciativas de ley que apuntan a la desaparición del ente estatal.
El delegado desmintió además las denuncias de manipulación en torno a los ROE, permisos de exportación, y aseguró que de las solicitudes de ROE demoran entre uno y diez días hábiles, en tanto que cada 10 pedidos que se presentan, solamente uno se rechaza y nueve se emiten regularmente.
También remarcó la necesidad de fortalecer al organismo al indicar que en la actualidad existen 94 fiscalizadores que deben verificar el accionar de unos 16.000 operadores comerciales de todas las actividades fiscalizadas por la Oncca.
Para el diputado del PRO, Christian Gribaudo, la visión sobre la cuestión Oncca fue en otra dirección. “Nosotros creemos que esos organismos no tienen razón de ser habiendo un Ministerio de Agricultura” dijo, en referencia a la Oncca y su virtual sucesora, la Acacia , que propone Viale.
Gribaudo, uno de los impulsores para que se investiguen los hechos de corrupción en el organismo durante la gestión de Ricardo Echegaray, hizo hincapié en las “discrecionalidades” tanto por el reparto de compensaciones como por la distribución de la cuota Hilton, algo que a su entender debería modificarse también en el criterio de distribución y en el manejo de la asignación en cabeza del titular de la cartera agropecuaria.
El macrista, aclaró que desde el espacio que integra y con su autoría se elevó un proyecto de ley en el que la Oncca desaparece, pero queda absorbida por una nueva Secretaría de Estado en la órbita ministerial de Agricultura, sin que en ello se vean afectados los puestos de trabajo, ni los conocimientos adquiridos por el Estado en materia de control comercial y fiscalización.
Gribaudo, coincidió como la mayoría de los presentes en la propuesta del socialismo para darle un carácter participativo a la conducción de la Oncca.
“No hay dictamen de mayoría”, apuntó el legislador dando por sentado que aún no había acuerdo entre bloques sobre la ley Oncca, “así que esto se puede discutir”. “El mejor proyecto va salir desde los que vivimos el sector agropecuario” resumió al cierre de la reunión el Lisandro Viale.
“La oposición en lo que está de acuerdo es en que la situación actual así no tiene salida, pero para las propuestas no hay un acuerdo claro. En un caso así, cuando se torna difícil el panorama, por la diversidad de ideas, hay que hacer foco en algo. Nuestra idea es que ese foco sean los pequeños y medianos productores”, puntualizó.
El socialista remarcó que la “Argentina es una inmoralidad donde todos somos responsables de 14 millones de pobres”, una sentencia que apuntó más allá de las polémicas que se disparan sobre la Oncca.
De allí que el legislador subrayó la idea de dar inicio a la construcción de “un tiempo colectivo” con una democracia participativa para dejar atrás esa “inmoralidad”.