Pekin. La estrategia de energía de China hasta el 2050 prevé que fuentes renovables representen hasta un tercio de su consumo energético, dijo el diario China Daily, mientras
China, el mayor emisor del mundo de gases de efecto invernadero y fuertemente dependiente del carbón, dijo el mes pasado que reduciría la cantidad de dióxido de carbono producido por cada yuan del ingreso nacional en 40% a 45% antes del 2020, comparado con los niveles del 2005.
Dependiendo de las proyecciones de crecimiento económico, las emisiones totales seguirán aumentando. Para el 2020, la energía renovable debería corresponder al 15% del consumo primario nacional, brindando el equivalente a 600 millones de toneladas de carbón, dijo el China Daily este fin de semana.
Citó un proyecto de energía renovable establecido por Han Wenke, director general del Instituto de Investigación de Energía bajo el organismo planificador,
Para el 2030, el porcentaje de energía renovable debería aumentar a 20% del total de la energía nacional, desplazando 1.000 millones de toneladas de carbón, dijo Han, y para el 2050, debería ser un tercio de la energía de China, desplazando 2.000 millones de toneladas de carbón, sostuvo el diario.
La campaña de China por energías renovables para mitigar los costos de salud y medioambiente que conlleva el carbón ha planteado sus propios desafíos.
La capacidad de generación de energía por el viento ha aumentado tan rápido que los planificadores de política ahora advierten de la severa sobrecapacidad del sector, y represa tras represa en los ríos chinos han distorsionado el flujo de las aguas, poniendo en riesgo a peces y representando un riesgo en caso de terremotos.
La capacidad instalada de energía eólica de China ahora es de 12,17 millones de kilowatts, un aumento respecto de los 350.000 kw del 2000, y se están planificando instalaciones de gran escala de energía solar, dijo el diario. China se está concentrando en bioetanol y biodiésel que no dependan de granos, para no desviar el uso de los alimentos de consumo humano.
Fuente: América Economía