En los últimos años la tasa de forestación de pequeños y medianos propietarios es de 30 mil hectáreas y con este nuevo instrumento se espera que en el primer año haya un crecimiento del 15%, es decir, casi 5 mil hectáreas más.
Así lo dio a conocer
Conjuntamente, en este seminario, la directora ejecutiva de Conaf, Catalina Bau, recibió la noticia de parte de
En este mismo sentido, el representante de Aseguradora Magallanes, Luis Barros, fue uno de los que afirmó que “esta es una excelente noticia para los forestadores, ya que les permite hacer una inversión, a través de un crédito, y disminuir el riesgo que no se establezca ante eventos climáticos adversos o incendios forestales, lo que significa no recibir la bonificación forestal y tener que renegociar el crédito. Estamos convencidos que este seguro será un importante incentivo a la forestación en el país”.
Así también lo ratificó Omar Jofré, dirigente del Movimiento Unitario de Campesinos y Etnias de Chile (Mucech), quien agregó que “estamos muy interesados en que nuestros asociados se integran más a la forestación, especialmente para recuperar suelos de aptitud forestal que están en proceso de degradación. En el país hay unas 2 millones de hectáreas en manos de campesinos que pueden ser forestadas y este seguro permitirá que mucha de nuestra gente se interese en ingresar a este negocio”.
Uno de los reconocimientos que efectuó la directora ejecutiva de Conaf, Catalina Bau, es que este seguro se pudo concretar gracias a la participación de
Cabe recordar que los pequeños y medianos propietarios para realizar la plantación y así optar a la bonificación forestal, solicitan la mayoría de las veces créditos, tanto a organismos como el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) e instituciones financieras, como BancoEstado, el que se paga al recibir la bonificación forestal. Sin embargo, para recibir esta bonificación Conaf tiene que ratificar el establecimiento de la plantación al año siguiente, por lo cual durante ese período se vive el riesgo de que la nueva plantación se muera o destruya, quedándose con la deuda. Este seguro cubre ese riesgo y permite que se vuelva a realizar la actividad (replante) y nuevamente optar a la bonificación.
Para Catalina Bau, con este seguro forestal, junto con velar por la economía familiar campesina, también se resguarda la inversión que realiza el Estado para incrementar la tasa de forestación en el país y que nos permite ser uno de los actores importantes a nivel mundial en el mercado forestal.
Fuente: Conaf