Al observar la evolución del último año, queda en evidencia que estas subas sistemáticas no tienen que ver con el terremoto del 27 de febrero. Sin embargo, expertos internacionales entienden que el incremento de esta semana se corresponde con los daños sufridos por las forestales CMPC y Arauco y que concentran entre el 8% y 9% de la producción mundial de celulosa.
Ambas noticias, junto con algunos problemas de producción de empresas europeas, estarían generando estrechez en el mercado mundial. «Los precios se están adelantando a la menor producción que va a haber en los próximos meses», señala al diario Financiero de Chile, el analista de BCI Rodrigo Mujica.
También se ha observado una caída de los inventarios, «por lo que ante cualquier pedido no presupuestado los precios tienen que subir para mantener el nivel de inventarios mínimos por parte de las compañías». (Ver tabla)
Este panorama se refleja en el precio que el forestal uruguayo recibe por su madera, aunque es muy difícil generalizarlo. El gerente de la Sociedad de Productores Forestales, Edgardo Cardozo, dijo a El Espectador que después de un año en el que la cosecha de montes estuvo “prácticamente parada”, la situación ahora “se está dinamizando”.
De todos modos, aclaró que es muy difícil hablar de valores, ya que éstos dependen fundamentalmente de la distancia de un monte con el centro de procesamiento o exportación. Además, no todos los sectores madereros están en la misma situación.
Por ejemplo, la industria con que procesa contrachapados se está recuperando, tras la fuerte crisis del año pasado, que se generó por la crisis inmobiliaria en Estados Unidos.
De acuerdo a datos obtenidos por El Espectador, en los dos primeros meses del año, las ventas de estos productos aumentaron 56%, en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, detrás de este número hay un incremento mayor del volumen: está reactivándose la demanda de tableros, aunque los precios siguen muy bajos.
Por ahora las perspectivas para el sector son positivas. La duda que se genera ahora tiene que ver con el impacto de la reconstrucción de Chile.
Si el país trasandino está embarcado en la construcción de 50.000 viviendas de madera para atacar en forma urgente los efectos del terremoto, es posible que parte de éstas se hagan con material uruguayo.
Fuentes empresariales aseguran que así como se envió una pequeña partida de tableros a Haití para la construcción de 2.000 casas, ahora podría acontecer lo mismo con Chile. De hecho, grandes empresas internacionales del ramo han conversado con autoridades del gobierno trasandino para estudiar la forma de ayudar a aliviar la crisis habitacional que se vive en el sur del país.
No hay que perder de vista que por petición del gobierno, Un Techo para Chile construirá 30.000 viviendas de emergencia para las familias que resultaron más damnificadas tras el terremoto. En este caso, tableros uruguayos podrían ser embarcados a Chile para este fin.
Fuente: Espectador