Bill Brady, vocero de Cargill, dijo a
El decreto, paso previo a la expropiación, se convirtió en ley tras su publicación el miércoles en Gaceta Oficial de Venezuela, se confirmó el jueves.
De acuerdo al escrito, el presidente decretó la «adquisición forzosa de los bienes, muebles e inmuebles, así como las bienhechurías (construcción levantada en terrenos baldíos) que constituyen o sirven al funcionamiento de la planta procesadora de arroz de Cargill» en el estado occidental de Portuguesa.
El decreto también contempla la afectación de un terreno de
Chávez acordó a principios de marzo expropiar esa procesadora de arroz porque supuestamente incumplía una reciente normativa sobre producción mínima de alimentos regulados.
Cargill, cuya sede central está en Minneapolis, tiene siete plantas en Caracas y otras cinco localidades del país en las que fabrica aceite comestible, pastas, harina, arroz, jugos, y alimentos para animales.
«Cargill está comprometida con la producción de alimentos en Venezuela», dijo el portavoz del grupo estadounidense. Afirmó que contrariamente a lo expresado por la administración de Chávez, Cargill «cumple con todas las leyes y reglamentos».
Brady señaló que la trilladora de arroz que opera en Venezuela «ha sido diseñado para la fabricación de arroz vaporizado» y no el arroz blanco, cuyo precio está controlado.
Destacó que el procesamiento de arroz vaporizado es una actividad que desarrolla desde años antes de las regulaciones, al rechazar las acusaciones que con está modalidad de producción busca burlar las regulaciones.
«La empresa había hecho en este sitio durante los últimos siete años y en otras partes del país por 13 de años», añadió.
El gobierno impuso el 3 de marzo una regulación que obliga a las empresas a mantener una producción mínima entre 70% a 95% de doce alimentos básicos que están sujetos a precios controlados desde hace seis años. Con esta acción busca garantizar la producción de alimentos regulados y evitar así el desenfreno de la inflación.
Venezuela cerró el 2008 con una tasa de inflación de 30,9%, la más alta de la región por tercer año consecutivo.
Los precios en la región metropolitana crecieron 29,5% entre febrero del 2008 y febrero del 2009, afectados especialmente por el renglón de los alimentos que tienen una tasa anualizada de 40,1%.