La limitación a las exportaciones de cereales impuesta por el Gobierno nacional y la consecuente caída del precio del trigo pusieron en la escena agropecuaria a un actor que hasta el momento se limitaba a los papeles de reparto: la cebada. El grano cervecero (del proceso de la cebada nace la malta) avanza a pasos agigantados sobre el lugar que históricamente ocupó el trigo como cultivo primaveral. Es que si bien las características de ambos cereales son similares, la cebada tiene una ventaja fundamental sobre el trigo: se puede levantar antes, lo que le permite al productor sembrar la llamada “soja de segunda” y obtener un ingreso plus, previo a la próxima campaña. El problema es que, dadas las condiciones actuales, cada vez son más los chacareros interesados en reemplazar al trigo. “El riesgo es la expansión de las zonas tradicionales de cultivo de cebada y el peligro de caer en el monocultivo de soja”, dice a Desafío el Presidente de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Egidio Mailland. Mailland cuenta que el último año se produjo un aumento importante de la intención de siembra de este cultivo, que podría sobreestoquear el mercado. “Para fines de este año pronosticamos una sobresaturación de la cebada”, asegura. Y explica que si bien el mercado de este cereal se ha ampliado, no es tan grande; “no como para tanto volumen de granos”, por lo que arriesga un pronóstico poco alentador para el vapuleado sector agropecuario: “en enero de 2010 la colocación de este cereal va a ser un problema”. El titular provincial de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Pedro Apaolaza, coincide con que “el año pasado aumentó la siembra de cebada” y pone a la falta de incentivo al trigo como la principal causa de esta situación. También advierte a Desafío sobre el riesgo de caer en el monocultivo pero no como producto de la sobreproducción de cebada sino por el bajo costo que tiene este cereal. “Como la cebada no tiene cotización propia sino que su valor se calcula de acuerdo al del trigo, muchos productores no la ven tan rentable como antes”, piensa. El precio de la cebada se calcula respecto al 90 por ciento de la tonelada de trigo. Apaolaza apunta un dato reciente: “operadores extranjeros estiman que este año se van a sembrar entre 500 y 700 mil hectáreas menos de trigo y un millón más de soja”, asegura. En extinción “Yo siempre sembré cebada pero este año no voy a hacer y tampoco trigo”. La afirmación viene de Horacio Azcueta, un productor agropecuario de la zona de Pehuajó que concuerda en que “la cebada es mejor negocio para el productor” pero que el valor del trigo la está depreciando. “El mercado de trigo que tenemos en este momento es arbitrario, no es un mercado porque al estar cerrada las exportaciones, el valor del grano queda determinado por el consumo interno, o sea, los molineros”, se queja. Azcueta cuenta que a estas dificultades se suma la de la sequía que afecta a gran parte de la provincia y se anima a arriesgar que en el futuro “la cebada va a reemplazar al trigo”. Desafío tuvo acceso al último informe de la secretaría de Agricultura de la Nación que presenta las estimaciones oficiales para la campaña agrícola 2008/2009. Allí los números son significativos: en relación al trigo, se informa que «no se registraba una superficie sembrada tan baja desde la campaña agrícola 1992/1993, o sea, 16 años atrás» aunque las razones se originan, según el informe oficial, en la sequía que afectó a la Provincia. Respecto al volumen de producción obtenido, la secretaría de Agricultura dice que «debemos remontarnos al ciclo agrícola 1981/1982 para encontrar una producción tan reducida». Las cifras de la cebada son otras. Según el informe, «la cebada cervecera incrementó el área sembrada en un 34,1 %, estimándose en 590.000 hectáreas”. «Los cultivos han presentado un adecuado desarrollo, lo que garantizó altos rendimientos, que llevan la producción total a 1.680.000 toneladas, constituyendo la mayor producción histórica argentina de este cereal», completa. La soja, siempre según las cifras oficiales, cumplió un nuevo récord histórico con un aumento del 3% de la superficie sembrada que alcanza, a nivel nacional, las 17.100.000 hectáreas sembradas. Ni trigo, ni cebada El agravante en esta situación es la cantidad de trigo que permanece sin comercializar, como en el caso del sudeste de la Provincia: “En esa zona no hay molineras, entonces los productores guardan el trigo en los silos bolsa porque los molinos no van a ir hasta el sudeste a buscar el cereal”, dice el presidente de ACA. A la incertidumbre reinante se suma la falta de datos confiables. Según Mailland, “
Fuente: gritoperonistadigital