Capitanich postuló al Chaco como sede de la próxima reunión del Comité Consultivo Internacional Algodonero y propuso como tema del encuentro el análisis del Régimen de Corresponsabilidad Gremial para trabajadores del sector.
El gobernador Jorge Capitanich abrió en la tarde del viernes
“Tenemos buenas perspectivas siempre que se presenten las condiciones climáticas adecuadas”, remarcó Capitanich; al tiempo que ponderó la adaptabilidad del algodón a condiciones extremas de sequía y abundancia de humedad. Asimismo, valoró el avance tecnológico que permitió poner en el mercado variedades genéticas de mayor rendimiento y rentabilidad final.
También el gobernador propuso a
“Avanzamos en otras producciones, como la tabacalera y la forestal, pero nunca hemos llegado a un acuerdo en la instrumentación para la recolección de algodón”, señaló.
Así, explicó que el principal escollo para la aplicación de la ley en la producción algodonera es el precio final que tendrá la tarifa sustitutiva. Al respecto, planteó la posibilidad de fijar una tarifa máxima y otra complementaria, para garantizar también una red de recolección manual que permita cumplir con la seguridad social de esta actividad.
En el inicio de su exposición, el gobernador repasó la importancia histórica que la producción algodonera tuvo para el Chaco y que llegó a ubicarlo entre los principales productores y exportadores del mundo. Así recordó los contrastes en la siembra, desde la campaña 1998/99 cuando se sembraron más de 700 mil hectáreas, hasta la 2001/02 en la que sólo se implantaron 90 mil. De esta manera, destacó que durante décadas y pese a los altibajos, la provincia aportó alrededor del 60% de la producción algodonera nacional.
En tanto, para la actual campaña, las 337 mil hectáreas sembradas marcan una recuperación “gradual, sistemática y creciente del cultivo”, según remarcó el primer mandatario provincial.
Carácter social
ras valorar el renovado impulso de la producción algodonera en la última campaña, Capitanich destacó el carácter social del cultivo por el efecto multiplicador de la actividad. En este punto, recordó los datos que arrojó el más reciente Censo Nacional Agropecuario, que para el caso del Chaco dio como resultado unas 17 mil explotaciones agropecuarias. De ese total, 12 mil son extensiones productivas inferiores a
Dada la cantidad de pequeñas explotaciones, Capitanich ponderó el rol del Estado en el diseño de la política agropecuaria en el ámbito provincial. Así, diferenció entre los grandes, pequeños y medianos cuando dijo que los productores de grandes superficies se rigen por las reglas del mercado y por la inversión en infraestructura; en tanto que los dos restantes necesitan de incentivos del Estado y asistencia sistemática y fuerte.