14.1.18En los primeros 9 meses de 2018, el gigante asiático le compró más de 58 millones de toneladas del “poroto” a la agroindustria brasileña.
El puerto de Santos es una de las terminales desde la que parten los buques cargados con soja hacia la República Popular.
China compró más de 5 millones de toneladas de soja de Estados Unidos en diciembre de 2018. Lo hizo a través de las dos grandes compañías estatales agroalimentarias: Cofco y Sino Grain. Es el resultado del acuerdo entre los líderes de las dos superpotencias: Donald Trump y Xi Jinping, logrado en Buenos Aires en el marco del G-20.
La República Popular importó más de 90 millones de toneladas de soja en 2017, y 36 millones de toneladas correspondieron a Estados Unidos. Esto representó más de 60% de las ventas externas de soja norteamericana en ese período, y se hizo por U$S 12.250 millones.
El precio de la soja estadounidense es 30% inferior a la que produce China; y lo mismo sucede, con menores valores de costos, con la soja proveniente de Brasil, La Argentina, Rusia y Ucrania.
Por eso es que la República Popular cubre más de 80% su demanda de soja con productos importados, y el nivel de su producción se encuentra estancado en una cifra que oscila entre las 15 y 20 millones de toneladas desde hace más de 20 años.
El precio de la soja norteamericana continúa cayendo, ante todo por el boom de oferta provocado por las cinco “súpercosechas” de los últimos 5 años, al que se sumó en 2018 el cierre del mercado chino para las exportaciones estadounidenses provocado por el conflicto denominado “comercial”.
El mercado de futuros de la soja en Chicago cayó la semana pasada menos 0,4%, llevando el bushel a U$S 8,96, el menor nivel desde el 30 de noviembre. Es evidente que el volumen de compras de China no tiende a recuperar los niveles récord de 2017; y lo que ha ocurrido en 2018 es una redistribución y rejerarquización en la lista de los proveedores de soja de la República Popular.
Estados Unidos no ocupa ahora el 1º lugar, y ha sido sucedido en esta posición de privilegio por Brasil. Así, el complejo sojero brasileño asumió el lugar de avanzada de la demanda mundial de agroalimentos.
China importó 58,49 millones de toneladas de soja brasileña en los 3 primeros trimestres de 2018, y cubrió de esa manera 83% del total de sus importaciones. La cosecha de soja alcanza a 122 millones de toneladas en Brasil en la campaña 2018/2019, y exportaría 81 millones de toneladas de ese total (más de 70% de su producción).
Esta es la diferencia crucial entre el complejo sojero norteamericano y el brasileño. El primero produce 125 millones de toneladas (3 millones más que Brasil); pero sólo exportó 51,2 millones de toneladas en 2018, mientras que Brasil vendió al mundo casi 30 millones de toneladas más. Brasil tiene hoy más relevancia que Estados Unidos en el comercio internacional de soja, el grano decisivo del siglo XXI.
China ha decidido disminuir la proporción de soja en la alimentación de su población animal, en una cifra que puede estimarse en 14 millones de toneladas en 2019. Al mismo tiempo, aumentaría el volumen de harina de soja importada, sobre todo la proveniente de Brasil y la Argentina.
China ha decidido disminuir la proporción de soja en la alimentación de su población animal, en una cifra que puede estimarse en 14 millones de toneladas en 2019. Al mismo tiempo, aumentaría el volumen de harina de soja importada, sobre todo la proveniente de Brasil y la Argentina.
China y la soja constituyen la ecuación central de la producción agroalimentaria del mundo.
Fuente: Clarin