El gigante sudamericano se prepara para usar su primer microchip diseñado a nivel local en zarcillos para ganado, un artefacto que podría ayudar a las autoridades a combatir la destrucción de la selva amazónica causada por manadas errantes.
El «Chip do Boi», o «Chip de vaca», producido por la empresa Ceitec, financiada por el Estado, es parte de los esfuerzos de innovación locales que Brasil espera que le ayuden a superar los desafíos de su economía en expansión y convertirlo en el tiempo en exportador de tecnología.
Pese a que las exportaciones de materias primas y un mayor consumo han hecho a la economía de Brasil una de las más fuertes de mercados emergentes, junto a las de China y
«Brasil tiene ventajas competitivas en áreas como agricultura y energía limpia y tiene sentido que el país mantenga esas ventajas a través de la innovación tecnológica», dijo el presidente ejecutivo de Ceitec, Cylon Silva, un físico teórico con un doctorado en
«No hay forma en que un país del tamaño e influencia de Brasil pueda continuar sin una industria de la electrónica», agregó.
Ceitec comenzó a operar en el 2008 con una inversión estatal de 500 millones de reales (290 millones de dólares), que Silva dijo que fueron cruciales dado que inversores privados habrían considerado la empresa demasiado riesgosa.
Los ingenieros de Ceitec visten atuendos sanitarios que recuerdan a la era espacial, conocidos como «trajes de conejo», que incluyen máscaras para mantener al polvo y las partículas fuera de laboratorios especializados equipados con maquinarias de alta tecnología que cortan obleas de silicio con precisión molecular.
Los rastreadores de ganado pueden ayudar a los granjeros a demostrar que sus vacas no han sido expuestas a enfermedades y podrían ser cruciales para crear una base de datos de ganado que muestre qué animales han pastado en tierras recientemente deforestadas.
El estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil dijo el año pasado que comenzará a pedir que los granjeros a los que otorga créditos muestren dónde ha pastado su ganado, posiblemente mediante el uso de esos artefactos.
Pero las vacas son sólo el comienzo. Ceitec también busca innovaciones de nuevos chips con funciones de «rastrear y ubicar», como para encontrar automóviles robados o clasificar productos biomédicos.
Con grandes perspectivas de crecimiento para industrias como biocombustibles, petróleo y minas, Brasil espera tener un pie en el negocio de los semiconductores le ayude a asegurar el acceso a nuevas tecnologías, al mismo tiempo que crea nuevos empleos en casa.
Los electrónicos podrían ser cruciales para una gama de potenciales innovaciones, como artefactos que podrían ayudar a la estatal brasileña Petrobras; a producir miles de millones de barriles de crudo en aguas ultra profundas.
El sector de alta tecnología de Brasil aún enfrenta desafíos, entre ellos sistemas de educación desiguales, una notoria burocracia del Gobierno y retrasos crónicos en la ejecución de proyectos.
En el 2009, Brasil presentó solicitudes para 480 patentes internacionales, frente a cerca de 8.000 de China y 800 de
«Si la tendencia actual continúa, Brasil seguirá siendo principalmente un abastecedor de materias primas en mercados mundiales y exportador de bienes manufacturados a otros países latinoamericanos», dijeron investigadores del Banco Mundial en un informe sobre innovación en Brasil publicado en el 2008.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil planea invertir este año la modesta suma de 100 millones de reales (58 millones de dólares) en un grupo de parques tecnológicos cuyo objetivo es aumentar la innovación en electrónica, software, petróleo y energía renovable.
Posibles nuevos productos de Ceitec incluyen chips insertos en automóviles que podrían alertar a las autoridades que un conductor tiene multas de tránsito impagas o que un vehículo ha sido reportado como robado.
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