Entre el 25 y el 28 de abril, Buenos Aires será sede del IX Congreso Mundial de Búfalos, organizado por
Si bien en Argentina la crianza data de casi un siglo, la producción para fines comerciales comenzó en 1976 y, en 1983, se creó
“Argentina ha logrado posicionarse como el cuarto productor en América, sobre todo en el Nordeste argentino, a la altura del trópico húmedo, donde se ha registrado el mayor porcentaje de preñez y de rendimiento en producción de carne y leche respecto del ganado vacuno”, sostuvo Marcos Zava, de
“
La mayor producción bubalina del país se concentra en Formosa, Chaco y Corrientes, aunque también existen ejemplares en Santa Fe, Misiones, Entre Ríos, Buenos Aires, Salta y Tucumán.
“Hasta ahora, la producción estaba ligada sólo a medianos y grandes productores. Pero este congreso va a posibilitar poner al alcance de los pequeños productores todo el conocimiento científico y técnico que se ha desarrollado en el país”, comentó Zava.
Los niveles de producción bubalina en el NEA han arrojado datos más que positivos: un 15% más de preñez y un 60% más de producción de carne y leche respecto a los vacunos, en crianza a campo abierto, con costos de crianza similares a los demás tipos de ganado.
La única inversión a realizar para su crianza es la del rodeo, ya que la imposibilidad de cruzarlo con los vacunos hace que, para comenzar con la producción, sea necesario contar con un macho y una hembra.
Sin embargo, dada la longevidad de esta especie, cada vientre da 16 terneros en lugar de los 8 que paren las vacas.
Estos beneficios cuantitativos y la facilidad de adaptación al medio de crianza hicieron que de los 1.500 ejemplares iniciales en 1976, hoy se cuenten arriba de 100 mil cabezas.
Por otra parte, además de la carne, su leche es utilizada para producción de quesos de pastas blandas, que son comercializados tanto en el interior del país como en el exterior.
En América es donde se ha registrado el mayor crecimiento de la población bubalina, con un promedio del 13% anual.
Alternativas alimentarias, alternativas económicas
La cátedra de Tecnología de los Alimentos de
Las especies no tradicionales con que trabajan son búfalos, carpinchos, yacarés y pescados de río aunque, inicialmente, también se trabajó con iguanas.
Si bien se sabe que, actualmente, se comercializan por vías informales por no estar dentro de reglamentaciones nacionales, uno de los objetivos del proyecto es poder proveer la información necesaria para reglamentar su utilización.
El potencial de esta exploración no sólo está en los niveles nutricionales de las carnes no tradicionales, sino en la extensa demanda del exterior que aún el país no puede satisfacer.
Fuente: diario hoy