Según datos oficiales, Bolivia pierde cada año entre 280 mil y 300 mil hectáreas de áreas boscosas por la tala indiscriminada de árboles, quemas y la expansión de la actividad agrícola.
En 1995 el país andino una superficie forestal de 53,4 millones de hectáreas, 48 por ciento del territorio nacional, las cuales se redujeron a 48 millones en la siguiente década.
Fuente: Prensa Latina