Aunque incipiente a nivel nacional, la técnica es ejecutada por “Biofabrica”, una empresa misionera que vende sus productos a cooperativas. Momarandu.com consultó con sus referentes para entender el proceso. Mediante biotécnicas, la región lleva adelante procesos de clonación vegetal para efectivizar la producción frutihortícola. Aunque incipiente a nivel nacional, la técnica es ejecutada por “Biofabrica”, una empresa misionera que vende sus productos a cooperativas. Momarandu.com consultó con sus referentes para entender el proceso.
La nueva tecnología surgió en la Universidad Central de Villas, Cuba. La Biofabrica es única en el rubro y se creó a través de un convenio hecho entre el Gobierno de Misiones, la UNAM y el INTA.
La encargada de prensa de la empresa, Lely Britos explicó el proceso llamado micropropagación: “primero se preparan, seleccionan y condicionan las plantas madres y se hace el saneamiento y desinfección para eliminar los microorganismos contaminantes. Buscamos los mejores ejemplares para garantizar un cultivo excelente”.
“Deben cumplir con requisitos de tamaño, forma, color, edad, sabor de los frutos entre otras cosas” dice.
“La planta es aislada en un recipiente estéril y se le proporciona artificialmente condiciones que permitan que sus células se regeneren. Luego se le incorpora nutrientes, hormonas y vitaminas determinadas para que pueda crecer”.
Luego: “Cuando brotan las yemas se las cortan para también disponerlas en tubos de ensayo y se las somete al mismo procedimiento que su antecesora, con lo cual hay un seguimiento para garantizar que tenga las mismas propiedades”.
Dice que “tras ello se cambia el medio de cultivo y se las coloca en cámaras de criadero para el crecimiento, acondicionándolas gradualmente a un medio más agreste para que luego salgan al campo. En suma se hace un seguimiento de los cultivos para garantizar condiciones óptimas para el desarrollo de la producción”.
-¿Qué utilidad a futuro tiene la implementación de la biotecnología vegetal?, pregunto momarandu.com
– Un gran uso que puede hacerse es como solución para sobrellevar una crisis alimentaria, ya que una planta donante puede generar 8 o 10 mil ejemplares por año, esto permite proyectar en un año cinco millones de plantas, partiendo sólo de algunos cientos.
-¿Hasta ahora quienes son sus compradores? preguntó momarandu.com -Las cooperativas, aunque también damos de forma gratuita a productores.
Una de las características de este tipo de cultivos es la rigurosidad sanitaria necesaria para que los plantines lleguen al campo sin ser portadores de hongos, bacterias u otros agentes patógenos.
Se trabaja con un control estricto sobre las condiciones del ambiente en el laboratorio, la esterilización del medio de cultivo, los tubos de ensayo, recipientes y de los clones.
-¿Garantízan salubridad en todos los productos? .
-Exactamente, los productos ofrecidos se destacan comercialmente por la sanidad, pero también por la mayor productividad y uniformidad.Se garantiza que la producción sea óptima, por ello al productor le conviene”.
También indica que otros beneficios son “abaratar costos de cultivo, ampliar las ofertas de especies con baja disponibilidad de semillas, recuperar especies desplazadas por su inferior capacidad de defensa, hasta se puede reducir la carga de agroquímicos”.
Los productos ofertados hasta ahora son plantas de stevia, ananá, banano, caña de Azucar, pinus taeda y eucaliptus grandis.
En proceso se encuentran plantas de arándano, higo, mora, palta, madioca, olivo, uva, orégano, menta. Asimismo hay algunas ornamentales como las orquídeas.