Los trabajadores obtuvieron financiamiento para comprar mandioca pregerminada con garantía de sanidad y genética, que siembran en yerbales. El Sindicato Único de Obreros Rurales busca generar trabajo en la interzafra.
En una relación simbiótica entre trabajadores y propietarios de plantaciones de yerba, la incorporación de la biotecnología es clave para optimizar el uso del espacio y el tiempo productivo. Con el objetivo de generar ingresos alternativos a la cosecha de la yerba mate, el Sindicato Único de Obreros Rurales -S.U.O.R- obtuvo financiamiento para la compra de mandioca pregerminada con garantía de sanidad y genética a Biofábrica Misiones.
Beneficio mutuo
Aprovechando la tradicional práctica de sembrar plantas anuales entre los líneos de yerba mate recién implantadas, hasta en inicio de la cosecha, la organización se asocia con productores que ceden en comodato el uso de la tierra. En una relación de beneficio mutuo , los tareferos tienen un espacio donde cultivar y el yerbatero obtiene el cuadro limpio de malezas hasta el comienzo de la cosecha.
El técnico que asesora a los tareferos, Javier Aquino comentó que tienen 25 hectáreas plantadas en Comandante Andresito donde la meta es aumentar la cantidad de producción. «El problema es que no somos dueños de la tierra, pero sí sabemos trabajar la tierra, entonces tenemos convenios con yerbateros», aseguró. Teniendo en cuenta que un yerbal lleva unos 5 años para entrar en cosecha, en ese período «hacemos convenio por comodato con el productor, le mantenemos limpio la yerba y él a la vez nos presta la tierra para la producción de mandioca» describió el acuerdo.
El período de cosecha gruesa de la yerba mate empieza en abril y termina de septiembre. El resto del año la mayoría de los tareferos quedan sin trabajo o se reduce la posibilidad de obtener un ingreso.
Fondos de Nación
El financiamiento se obtuvo por gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social a través del programa «Sembrar Soberanía Alimentaria». En este momento el proyecto «cuenta con veinticinco trabajadores y trabajadoras de la yerba que producen mandioca para la venta en fresco». En el proyecto a largo plazo tienen como objetivo producir para la industria almidonera de la provincia.
Aquino agregó que “gracias a este financiamiento pudimos comprar de Biofábrica plantines de mandioca que tienen una mayor productividad en el campo. Como la mandioca se planta en agosto, justo cuando termina la cosecha de yerba, los compañeros en ese lapso cuentan con un trabajo.”
Biofábrica y su experiencia con la mandioca.
La mandioca es una de las especies de interés regional que forman parte de las investigaciones y desarrollo de protocolos en laboratorios de Biofábrica.
Tradicionalmente la mandioca se siembra en las chacras por clonación, donde los productores dividen las ramas en lo que técnicamente se llama macro propagación. El trabajo que realiza Biofábrica parte de este principio, pero utilizando la micro propagación en laboratorio.
La técnica utilizada para la reproducción es el cultivo de tejidos, que genera un material de la mejor calidad para la conformación de semilleros. En el procedimiento también se hace la certificación molecular de las variedades.
La entrega de brotes pregerminados permite bajar los costos y llegar a mayor cantidad de productores. Una vez que las plantas in vitro salen del laboratorio pasan por diferentes fases de aclimatación en los viveros de Biofábrica. Después son llevados a campo para la conformación de semilleros sanos y manteniendo la trazabilidad. Luego vuelven a los viveros donde son sometidos a macro propagación y diferentes tratamientos de sanitarios.
El material es seccionado y se producen mudas germinadas que conforman el material ratificado que llega a los productores.
La experiencia de entregar plantas pregerminadas «es una manera de tener material de tamaño apropiado y cómodo para poder plantar y garantizar que cada una de esas plantas ya va con raíz, con parte aérea y para que el mismo productor puede establecer y ordenar su producción«, indicó Guillermo Salvatierra responsable del desarrollo del proceso.
Bajar los precios también es otro de los beneficios de este sistema. «Normalmente el material que sale directamente del laboratorio tiene un costo, que se va diluyendo cuando se le aplica este tipo de técnicas», para disminuir el costo del producto.
Tecnología vs trabajo humano
Uno de los fantasmas para los tareferos en la cadena yerbatera es el avance de la mecanización de la cosecha con la incorporación de novedosos equipos que realizan este trabajo en menos tiempo y menor intervención humana. Ante esta realidad, Aquino explicó que la meta principal es «la reconversión del trabajo de los tareferos teniendo en cuenta el avance que tiene la cosecha de yerba con nueva tecnología en maquinaria agrícola».
“Como misioneros necesitamos tener un agro con mucha tecnología, pero nos queremos anticipar a ese cambio y reconvertir la mano de obra tarefera, para que en un futuro no muy lejano puedan dedicarse a otra actividad”, aseveró.
Una opción de reconversión es la producción de alimentos, que en poco espacio permite obtener altos volúmenes y buena rentabilidad. En este contexto es importante garantizar que la producción se complete con la utilización de semillas y plantines de calidad garantizada