Desde la medianoche y con asambleas, concentraciones y maquinaria al costado de las rutas más neurálgicas de unas diez provincias, el agro nacional comenzó la nueva protesta contra lo que considera «la indiferencia oficial» y la falta de políticas estructurales que el sector reclama desde hace casi dos años.
El impacto más fuerte lo recibieron las plazas granarias, en las que la inactividad fue total y sólo operaron los mercados electrónicos, sin referentes en los recintos de ninguna de las Bolsas de Cereales ni Mercados a Término del país.
Este nuevo plan de lucha sectorial contra la política oficial para el campo, se cumplió con alto grado de acatamiento en las principales regiones productivas del país, en las que se realizaron decenas de asambleas con epicentro en el ámbito bonaerense, aunque la paralización también resintió con fuerza las actividades en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y
Productores se apostaron a la vera de las rutas, donde realizaron asambleas deliberativas y no se descarta que en Buenos Aires, por lo menos, se defina una extensión de la protesta rural.
A lo largo del día no se registraron cortes de rutas, pero se intensificaron los controles de cargas que circulaban rumbo a centros de comercialización, aunque algunos dirigentes emblemáticos, como Alfredo De Angeli, advirtieron que si desde el Gobierno alguien sale a cuestionar esta protesta «legítima», los chacareros «se volcarán inmediatamente a las rutas».
El clamor generalizado de los productores pasó por difundir, por cuanto medio tuvieron a su alcance, el grado de «bronca acumulada» que sienten, así como que están dispuestos a «no moverse» de los improvisados campamentos que levantaron al costado de las rutas, así como que «en las próximas horas se definirá el alcance y metodología que se irá dando a la protesta».
A pocas horas de haberse iniciado el paro, los chacareros ya comenzaron a pedir que la protesta se extienda, por lo menos hasta el 8 de setiembre, cuando se conmemora el Día del Agricultor, una iniciativa que «se aplicará en Charata, donde además de la pobreza, la descapitalización y la sequía, seguimos soportando presencia de dengue», sostuvo el vicepresidente de
El estado de «alerta y movilización» en que se declararon los productores hace prever que el ánimo caldeado entre los chacareros se hará sentir en las rutas de casi todo el país rural.
Al profundo malestar que expresaron ayer los productores, provocado por el veto parcial a
Culpan, además, a la «indiferente política kirchnerista para el agro» de la estrepitosa caída que tuvieron las últimas producciones de granos y oleaginosas, junto con las reservas ganaderas.
Los integrantes de
Así, Mario Llambías (CRA) y Alejandro Delfino (SRA) estarán en Salta durante el fin de semana; el viernes 4 de setiembre, De Angeli encabezará una «gran asamblea» en el kilómetro 53 de la ruta 14 en Gualeguaychú, desde donde el dirigente saltó a la política nacional, y el domingo 6, Hugo Biolcati (Rural), estará en la tribuna ruralista de la exposición agropecuaria de Corrientes.
Chacareros apostados en las rutas, hasta donde llevaron maquinaria agrícola y equipos, también recurrieron a la quema de neumáticos y consideraron, esta vez desde el nuevo epicentro del paro, en Olavarría, que si la adhesión es alta, no se descarta extender el cese de comercialización.
Afirmaron, además, que «el paro se hará cumplir al pie de la letra» y, desde Carbap, Pedro Apaolaza afirmó que «esto no se va a quedar sólo en un paro. Es el comienzo de un plan de lucha que seguirá mientras el Gobierno se empeñe en seguir confrontando», afirmó.
El ministro de Economía, Amado Boudou, en tanto, sostuvo que «nunca las posiciones que hacen tensar el diálogo son una buena idea para una sociedad que crece en su conjunto», al tiempo que recordó que en el último encuentro del Gobierno con
Fuente: DyN