«El Certfor Chile también es una iniciativa público-privada, pero desde el proceso de inicio, hace casi 10 años atrás, hubo una fuerte participación de las empresas que demandaban certificar sus productos para la exportación», comentó.
«La certificación es una herramienta voluntaria, pero son los clientes los que piden el sello verde. Por lo tanto, la demanda por productos cada vez más verdes es lo que ha llevado a las empresas a optar por los sistemas de certificación forestal voluntarios como de Cadena de Custodia», dijo.
En la experiencia chilena, el hecho de que las empresas no certifiquen sus bosques «fue en su momento una barrera para poder exportar los productos. Por lo tanto, desde el momento que certificaron, ingresaron a los mercados norteamericanos, europeos y asiáticos con mayor facilidad», explicó el especialista.
En la actualidad, en Chile también se registra una gran demanda de productos certificados a nivel nacional. «Estamos llegando a los consumidores finales a través de las imprentas de los distribuidores de papel que están ofertando productos certificados y las empresas del mercado están solicitando que sus revistas, catálogos y folletería estén con productos certificados».
El Certfor Chile logró en 2004 la homologación como miembros de PEFC, mientras que en 2009 obtuvieron la renovación de membresía. «En la actualidad, el 60% del patrimonio forestal está certificado en Chile, cerca de 1,6 millones de hectáreas. De este total, 1,3 millones de hectáreas corresponden a plantaciones», detalló Vidal.
Sobre la consolidación del sello chileno en los mercados internacionales, dijo que «fue el principal antecedente para que nuestro país logre la re-homologación por PEFC de su sistema nacional de certificación forestal».
Argentina suma
Con respecto al avance de Argentina en la creación de su sistema propio de certificación forestal, dijo que «es una muestra de que el sector forestal de América Latina es sustentable». «Primero Chile, después Brasil, ahora Argentina; Uruguay aún no tiene iniciativa nacional pero sí es miembro de PEFC, por lo que los bosques latinoamericanos cada vez están avanzando en la gestión sostenible, manteniendo una armonía con el medio ambiente, estableciendo la responsabilidad social tanto con trabajadores como con las comunidades que viven en el entorno del manejo de los bosques; y también, el hecho de que el recurso esté certificado hace que los bosques se ordenen, se trabaje mejor y aumente su productividad», opinó.
Con la certificación forestal mejora el proceso de toda la cadena de valor y esto permite también que aumente la productividad. «Ahora, muchas empresas que no tenían sistemas de gestión, lograrán ordenarse y mejorar sus procesos, por medio de este sistema», aseveró Vidal.
Fuente: Argentina Forestal