La suspensión de 20 kilos más sobre el peso mínimo se conoció a raíz de una publicación en el Boletín Oficial.
«Durante el primer semestre de 2009 continuaron los déficits hídricos acentuados en zonas de gran importancia en la producción ganadera, con la persistencia de los consecuentes inconvenientes en la producción de cría», se señaló en la resolución.
Para el organismo oficial, «la continuidad de los efectos de esta sequía severa y prolongada ha generado distintas consecuencias negativas que impactan de manera adversa a la actividad ganadera».
Los fundamentos de la decisión contemplan que las cuestiones climáticas disminuyeron la oferta forrajera y provocaron la mortandad de hacienda o su traslado a otras zonas. También se consideró que los animales en muchos casos deben ser remitidos a faena con pesos inferiores incluso a los establecidos.
Por este motivo, dispuso un peso mínimo de res con hueso de 143 kilos desde el 1 de abril de 2008 y hasta el 31 de diciembre de 2009 y de 154 kilos a partir del 1 de enero de 2010.
«No se considerará infracción si hasta 10 por ciento de las reses que componen la tropa se encuentra por debajo de los pesos mínimos de faena establecidos para cada período», indicó el organismo oficial.
Pero estableció como límite que «superen los 128 kilos por res con hueso hasta el 31 de diciembre de 2009 y los 138 kilos desde el 1 de enero de 2010».
También se consideran concluidos sin sanciones los trámites originados en la comercialización, durante el período comprendido entre el 1 de julio de 2009 y la entrada en vigencia de la medida, de animales bovinos de las categorías mamones y terneros en incumplimiento al peso establecido.
Fuente: La opinión-Rafaela