«Para que los mercados puedan funcionar con fluidez es necesario un entorno de buena información estadística, sector en donde las instituciones privadas pueden cumplir un rol fundamental, pero donde la responsabilidad de los organismos públicos no puede dejarse de lado», analizó.
La historia que «vivieron países como Rusia y otros que estaban bajo la órbita de la ex-URSS son una prueba concluyente de que la organización totalitaria y mal llamada ‘planificada’ ha dado resultados en gran medida negativos», especificó. En este sentido, comparó la intervención del Gobierno en el mercado de trigo «en los últimos tres años» que motivó «que se desorganizase la vida económica de un sector tan importante de la producción agrícola». «Es cierto que la sequía también tiene una parte de responsabilidad pero, no hay dudas, que la falta de precios que se ha generado en los mercados es el elemento que más traba el buen funcionamiento del sector», indicó -ver aparte-.
Sin embargo criticó que la información estadística que brindan los organismos públicos de nuestro país es pobre y más en materia agrícola». Comparada «con otras latitudes» la «cifras de siembra y producción, tanto de trigo, maíz, soja, girasol y otros cultivos» son muy pobres.
Consideró que si bien las bolsas de cereales de Rosario, Buenos Aires, Bahía Blanca y Entre Ríos proporcionan información, no es suficiente.
El programa GEA de
Existen otros datos que por ahora los entes privados no proporcionan y donde se reclaman datos públicos. Se trata de «la información de compras y ventas, datos prácticamente inexistentes en estos momentos, como también a la evolución de las existencias». Por ejemplo, cuánto es el stock de arrastre de trigo de campañas anteriores: «algunos estiman 1,5 millón de toneladas, otros más y otros menos pero nadie tiene un dato certero».
Otro planteo que realiza
Fuente NA