Durante la extenuante sesión preparatoria de este jueves en la Cámara de Diputados se arribó a un acuerdo parcial para la distribución de las comisiones por fuerzas políticas que promete más complejidad en el futuro.
El extraño acuerdo al que se arribó consiste en la división en dos grandes grupos con las letras A y B, que contienen respectivamente fuerzas de la oposición y al kirchnerismo más un grupo de aliados no especificados.
Ese grupo A, que integran 17 boques de todo color y pelaje. Allí conviven desde Federico Pinedo a Pino Solanas lo que da una muestra del variopinto resultado de los acuerdos parlamentarios.
Ese grupo –cuya conformación desafía al más experto analista– aportará 19 de los 35 diputados integrantes de la comisión de Agricultura, en tanto que al “resto” –así se denominó a los bloques que integran el grupo B– le corresponderán los 16 diputados que quedan.
De esos legisladores cuyos nombres aún no fueron designados pero muchos de los cuales se conocen extraoficialmente, se elegirá al presidente de la comisión para los próximos dos periodos parlamentarios a partir del 1 de marzo de 2010.
Los 17 boques deberán repartirse –con la lógica de la proporcionalidad, esto se da por sentado– 19 plazas disponibles en la comisión. Pero si se piensa que sólo el radicalismo ya propone un mínimo de 6 integrantes, se entiende que 16 bloques deberán distribuirse como mucho 13 lugares. Resulta evidente que no habrá un asiento para todos.
El denominado grupo “B” contiene al oficialismo, en tanto que siguiendo la misma lógica de la proporcionalidad, es fácil suponer que se alzará con la mayoría de las 16 plazas disponibles para la comisión.
A ese complicado juego de equilibrios se suma el cargo principal que es la presidencia de la comisión. Voceros del diputado Cristian Gribaudo, dieron a entender ayer a El Enfiteuta que el legislador del PRO no será quien presida la comisión.
Tampoco estaría el diputado macrista en condiciones de retener la vicepresidencia primera que venía ejerciendo desde 2008. Y el peronismo disidente, no se ha mostrado preocupado por ocupar el puesto que dejó el diputado Cantero Gutiérrez, según confió uno de sus principales referentes en materia agro en diálogo con El Enfiteuta.
Así las posibilidades se comprimen a dos fuerzas políticas entre las cuales probablemente se termine definiendo el nombre de los legisladores que ocuparán la presidencia y la vicepresidencia primera. Estos son el oficialismo y el radicalismo.
Desde el oficialismo el candidato es Rubén Sciutto, como lo anticipó El Enfiteuta, en tanto que el candidato de la UCR hay que buscarlo entre las filas del ruralismo recientemente ingresado en la Cámara, presumiblemente el chaqueño Pablo Orsolini el segundo de Eduardo Buzzi durante la pelea por la 125.
Pero hay algo más. Ambos grupos –según lo decidió la Cámara ayer– se distribuirán las presidencias de las 45 comisiones legislativas permanentes. El grupo opositor A, tendrá 25, en tanto que el equipo oficialista contará con 20 de esas comisiones.
De las 20 presidencias que conforman las comisiones del grupo oficialista, sin duda el kirchnerismo tomará si no todas, una proporción significativamente alta.
En pocas palabras el oficialismo cederá, respecto de la actual distribución de presidencias, 11 comisiones que pasarán a manos de la oposición autoagrupada en el “sector A” de este nuevo Congreso.
Lo que queda por resolver es si el oficialismo querrá conservar la comisión de Agricultura para sí, o si definitivamente la entregará a una oposición ávida –sobre todo por el ruralismo- de comenzar el mandato legislativo presidiendo la comisión emblemática para el campo.
“Hay muchos más candidatos que cargos”, confió el pampeano Ulises Forte a El Enfiteuta, poco antes de ingresar al recinto para jurar como diputado. El cargo, para la dirigencia agropecuaria resultaría una victoria que tiene más de simbólica que de poder real.
Pero el optimismo pesa más que nada en estos días de recambio parlamentario, y por algún lugar se empieza.
Fuentes El Enfiteuta.