Dijo que al productor se le exige que entregue las hojas de primera calidad y que “después aparecen los pícaros que les agregan palos” al producto para incrementar el rendimiento de la hoja en los molinos. Sin embargo, Ortega no dejó de observar que también existen productores que todavía siguen comerciando con plantaciones de más de 40 años. “Estos productores ya deberían diversificar”.
“Si alguien se arriesga a colocar en un paquete un producto que no es para el consumo, seguramente también se arriesgará a no cumplir con las cuestiones inherentes a las leyes laborales y al pago del precio pactado, entre otras cosas”, agregó.
Fuente Radio A