La vida en la Tierra, tal como la conocemos, sería imposible si no existiera el suelo. Las plantas dependen del suelo para la provisión de agua y nutrientes, y de ellas depende la Humanidad.
El suelo es la capa superficial natural de la Tierra.
Como delgada epidermis del planeta, tiene una función fundamental en el desarrollo de la vida. Posibilita el cumplimiento de diversas funciones ecológicas cruciales, forma parte del ciclo hidrológico e interviene en la regulación de las características de la atmósfera.
Las plantas dependen del suelo para obtener el agua y los nutrientes que necesitan para vivir. Por esa razón, la vida animal también depende indirectamente del suelo. Su delgado manto poroso actúa como reservorio de agua y de carbono; filtra y regula los flujos de numerosas sustancias; constituye el hábitat de una vasta diversidad de organismos.
Dicho brevemente: sin suelo, la Tierra no sería lo que es. Dada su función ambiental, como base de la sostenibilidad de los ecosistemas, los suelos constituyen también un componente fundamental de la actividad económica: posibilitan la producción de alimentos, a pesar de que, por restricciones de diverso tipo, solo una pequeña proporción de ellos es cultivable. Son también un componente central del paisaje y parte del patrimonio de la sociedad.
Pero diversos procesos de degradación producen una disminución de calidad y salud de los suelos, e incluso su pérdida completa. Como recurso no renovable, se hallan en riesgo a causa de las actividades humanas. Sin embargo, y paradójicamente por su dependencia de los suelos, gran parte de la sociedad, desconocen la importancia y el funcionamiento de estos. Sin duda, para poder preservarlos, debemos conocerlos mucho mejor.
Día Nacional de la Conservación del Suelo
El 7 de julio se celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo, establecido en 1963 por decreto de la Presidencia de la Nación en memoria del Dr. Hugh Hammond Bennet. El Dr. Bennet fue un investigador estadounidense que trabajó constantemente en busca de la preservación de la integridad del recurso natural suelo, cuya importancia es vital para la producción agropecuaria.
El suelo es un sistema dinámico y complejo cuya función no es sólo la de servir como soporte mecánico para el crecimiento de las plantas, sino que también es el medio a través del cual éstas toman el agua y los nutrientes que necesitan para su desarrollo. El uso irracional del suelo genera una alteración de sus propiedades que puede hacer que pierda parcial o totalmente su capacidad de cumplir con su función. Este fenómeno de disminución o pérdida de calidad del suelo se denomina degradación.
La erosión es el más grave de los procesos de degradación y se define como la pérdida de suelo causada por diferentes agentes físicos y, por ende, de gran parte de sus condiciones para producir. Dependiendo del agente que lo causa puede ser eólica (viento) o hídrica (agua) siendo esta última la predominante en Misiones por las características climáticas y topográficas de la Provincia.
De las 280.000.000 has que abarca la Argentina, 112.000.000 has (40%) están afectadas en algún grado por procesos de degradación, principalmente por erosión. Tierras de alto valor para la producción agrícola, se encuentran hoy dañadas por los efectos de este proceso. Se estima que, para las zonas húmedas de nuestro país, la degradación por estas causas se incrementó a razón de 250.000 has/año en los últimos 30 años. En lo que respecta a la zonas áridas o semiáridas, más de 21.000.000 has se hallan afectadas por erosión eólica, con incrementos de 60.000 has/año en ese mismo período.
El suelo es el principal capital con que cuenta el productor y por extensión, la comunidad toda, especialmente aquéllas que basan su economía en la producción agropecuaria. La responsabilidad de mantenerlo productivo no recae solamente sobre quienes estén directamente vinculados a su uso, sino también sobre aquellos otros miembros de la sociedad que de una u otra manera intervienen o influyen sobre el proceso productivo u obtiene beneficios a partir del mismo, y los encargados de gobernar y legislar sobre la sociedad.
El problema de la erosión existe y no puede ser negado; las alternativas no son muchas: o se deja que nuestros suelos vayan perdiendo gradualmente su capacidad de producir, o se decide conservarlos para asegurar la subsistencia de las generaciones futuras. Por eso es de verdadera importancia crear la inquietud para que en forma conjunta productores, contratistas, profesionales, estudiantes, docentes, empresarios, dirigentes, políticos y toda la comunidad en general tome conciencia de los riesgos que implica la pérdida de un recurso natural de tanta importancia como lo es el suelo.
Las Cartas de Suelos
Son documentos consistentes en mapas que muestran la distribución geográfica de los distintos tipos de suelos dentro de un área o región y de un texto o "memoria del mapa" donde se describen las características de esos suelos, se los clasifica de acuerdo a las capacidades y limitaciones que presentan para su uso.
Los mapas, con los diferentes cuerpos de suelos, se dibujan sobre mosaicos de fotografías aéreas donde se aprecian con detalle elementos de la superficie tales como localidades, caminos, arboledas y división de lotes, lo que permite una precisa localización de los límites de suelos respecto a estos elementos de referencia. Como cada suelo esta caracterizado por un conjunto de propiedades internas y externas relacionadas entre sí, que son propias de ese cuerpo natural y sirven para describir su historia y para predecir su potencial productivo.
Cada publicación que forma parte de la Serie Carta de Suelos de la República Argentina está compuesta por cuatro cartas a escala sobre fondo aerofotográfico (mosaicos) más un texto o memoria explicativa. La escala elegida para representar con un grado de "semi-detalle" la variación de suelos es de 1:50.000, escala que, en general, permite apreciar y representar cartográficamente diferencias edáficas a nivel del predio rural medio de la región.
Además las Cartas de Suelos no solo muestran la distribución de los suelos sino que describen sus propiedades más significativas para el uso agropecuario, que tienen incidencia en el desarrollo de las plantas y en su capacidad de producción.
Desde el punto de vista de la producción primaria, las cartas de suelos están destinadas principalmente al productor y profesional del sector agropecuario, con el propósito de ayudarlo a conocer mejor el suelo sobre el cual trabajan y contribuir a una mejor planificación de uso, aplicando las mejores prácticas de manejo, para incrementar su nivel de aprovechamiento, y disminuir, mitigar o impedir los procesos degradativos derivados de la actividad productiva; también es una poderosa herramienta de planificación dentro de los organismos públicos estatales como elemento básico para la toma de decisiones políticas de diversas índoles, como ser, financiera, de seguros agropecuarios, de fomento o limitaciones en la habilitación de nuevas áreas productivas.
Jornada de Actualización en Conservación de Suelos Presentación de la Carta de Suelos Dpto. Leandro N. Alem
DIA: Viernes 5 de Julio de 2013
LUGAR: Casa del Bicentenario, Sarmiento entre Belgrano y 25 de Mayo, Leandro N. Alem
PROGRAMA
14:00 – 14:30 | Inscripción |
14:30 – 16:30 |
Mesa redonda sobre la Problemática de la Degradación de Suelos en los Sistemas Productivos de Misiones: Sector Forestal. Sector Agrícola. Sector Ganadero. |
16:30 – 17:00 | Pausa con MATE. |
17:00 – 17:30 | Legislación sobre conservación de suelos en Misiones y Argentina. |
17:30 – 18:00 | Conservación de suelos en Municipios y Caminos Vecinales. |
18:00 – 18:30 | Pausa con MATE. |
18:30 – 19:00 | Presentación de la Carta de Suelos del Dpto. Leandro N. Alem. |
19:00 – 19:30 | Reconocimiento en Conservación de Suelo. |
19:30 – 20:00 | Cierre con Autoridades Provinciales. |
20:00 – 21:00 | Vino de Honor. |