En efecto, si observamos la caída de los precios de las materias primas, estos comenzaron a descender a partir del segundo semestre del 2008, en contraste con los aumentos de la primera mitad de ese año. Es de destacar, sin embargo, que a partir de diciembre del año pasado, ha ocurrido una leve recuperación de los precios de los llamados soft commodities (ligados a alimentos).
El índice de precios de las materias primas cayó 45,2% entre junio y diciembre de 2008. La caída anual (de diciembre
El petróleo y el cobre, por su parte, también mostraron caídas sensibles de 53,8% y 53,4% respectivamente en sus valores. De hecho, la caída de la cotización del petróleo ha contribuido a la disminución de los precios de los soft commodities, por su rol de insumo en la producción de éstos.
Cuando se analiza a la región, se la suele considerar en general como una exportadora neta de alimentos; sin embargo esto no es tan así ya que una gran mayoría de países resultan ser importadores netos. Por ejemplo, cuando analizamos bajo la visión de CEPAL este enfoque de vulnerabilidad vemos por ejemplo que Argentina, Paraguay y Uruguay son exportadores netos de trigo. Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay, lo son de maíz, y Argentina, Ecuador, Paraguay y Uruguay de arroz.
La mayoría de los países resultan así ser a la vez importadores netos de alimentos e importadores netos de petróleo, donde solo Brasil se puede tipificar como exportador neto de petróleo y de alimentos básicos.
Los precios de los alimentos en América Latina han crecido desde el
Este es un fenómeno que se ha profundizado en los últimos años: en el 2008 los alimentos aumentaron en promedio para la región un 20%, contra un 12% para el nivel general de precios. Esta tendencia se ha acentuado en los últimos años: si los alimentos hasta el 2003 seguían en general el mismo ritmo que el precio de los otros bienes en la economía, desde el 2004, los alimentos aumentan en su precio cada vez más con respecto al nivel general de precios. El caso más notable de aumento de los precios de los alimentos es el de Venezuela. En ese país el índice general de precios en los últimos ocho años aumentó un ya de por sí notable 452% contra un 739% de los precios de los alimentos. Esta tendencia se ha acentuado en los últimos años. El año pasado, los alimentos en Venezuela aumentaron casi un 50 por ciento.
La razón de este fenómeno ha sido principalmente el aumento en el precio internacional de las materias primas, donde están incluidos los alimentos. Esta tendencia, en principio, ha favorecido a la región, al ser un fuerte exportador en este rubro, pero ha tenido el efecto contrario de aumentar los precios internos de los alimentos.
Venezuela, que es importador neto de alimentos ha sido particularmente afectada por este desfasaje. Los distintos países han tomado diferentes medidas para evitar que el aumento de los precios internacionales de los alimentos se traslade al mercado interno – Argentina, por ejemplo, con sus retenciones a las exportaciones agrícolas – pero el éxito de estas medidas ha sido relativo.
En Argentina, por su parte, los alimentos subieron los últimos ocho años un 244%, contra un 212% del nivel general de precios
En Brasil, por su parte, la diferencia ha sido menor: los alimentos subieron un 182% contra un 173% del nivel general de precios
En Chile, tampoco los precios de los alimentos se alejaron demasiado del nivel general, subieron un 140% contra un 133% del índice de precios al consumidor. Y los precios de los alimentos recién en el 2008 superaron al índice general.
CONCLUSIÓN. Desde el año 2000 al 2008 se produjo una fuerte suba en el precio internacional de los alimentos, que superó ampliamente el nivel general de los precios en la región. Si bien este alza se vio atemperada en el 2008 debido a la caída en el precio del petróleo, la diferencia entre el precio de los alimentos y el nivel general de precios llego a un nivel récord para los últimos años en el 2008.
Fuente: El argentino.com