También observó que la cupificación generará contraposición de intereses entre las grandes yerbateras.
Delapierre explicó que avizora un panorama sombrío, pues paralelamente a la yerba consignada que tenga el Mercado Consignatario, habría un mercado que comercializará el producto por debajo de los valores fijados por el Inym. “Veo lúgubre cuando el mercado tenga consignada una determinada cantidad de yerba y como hay una oferta bastante holgada en la región productiva, en los primeros tiempos la yerba que esté consignada, competirá con la yerba que pulula por todos lados a precios por debajo de lo que fija el Instituto”, sostuvo.
Agregó que “si en algún momento hay que hablar de cupificación, en ese momento habrá una contraposición de intereses de algunas empresas grandes que dirán, yo tengo cultivos propios por lo que cosecho lo que quiero, y ahí es donde habría choque de intereses”.
Con relación a la fijación de los precios, Delapierre observó que “hay sectores en los que se conforman con un precio y otros con otros, entonces, cómo el Instituto va a fijar un solo costo cuando hay productores que tienen 2 mil kilos de hoja por hectárea y otros tienen 12 mil o 15 mil kilos por hectárea. Lo que debería haber un costo para los productores chicos, otro para productores más eficientes y otro para grandes empresas. Cuando se fija un precio, obviamente que para uno será insuficiente y para otro exagerado”.