Uno de los cazadores era un menor de edad, al que acompañaron hasta su domicilio.
La patrulla de rutina recorría en ese momento el paraje Piñalito Norte del Parque Foerster cuando encontró a los depredadores, que son vecinos de la zona.
La semana pasada, durante otra recorrida, el grupo de guardianes de la selva encontró dos saleros activos y cuatro sobrados que fueron desarmados. Estas prácticas utilizadas por cazadores furtivos dan cuenta de su presencia en las zonas protegidas de la zona norte, donde los trabajos de prevención son constantes.
En este caso, la zona afectada fue la del paraje Picada Suárez, también en el Parque Foerster.
En el afluente del arroyo Verde, siempre dentro del mismo Parque, los guardaparques encontraron una “paquera”, nombre que le dan los lugareños a un comedero con maíz que montan para atraer a las pacas y cazarlas en el lugar.