De las aproximadamente 32.000 hectáreas plantadas con limoneros en Tucumán, unas 28.000 hectáreas se inscriben cada año para exportar a la Unión Europea (UE), el principal mercado de la fruta fresca. Es por eso que se cree que la crisis desatada en algunos países miembros del bloque podría impactar en la actividad. El presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria, sostuvo que todavía no se perciben efectos de los ajustes que se están implementando en Grecia y en España, dos de los países de destino de las exportaciones citrícolas. «Todavía no se observan remezones. No puedo decir cómo puede influir esta crisis, porque el limón es un producto cuya demanda es inelástica. Pero este clima en la economía sin dudas no es bueno. La cosa está tan crítica que podría producirse alguna retracción en la demanda, pero personalmente no creo que ocurra», opinó.
Sánchez Loria expresó que los integrantes del sector citrícola son conscientes de que los principales mercados consumidores del limón tucumano atraviesan una situación económica difícil, de manera que los objetivos para la presente temporada es que los precios de la fruta se mantengan a niveles razonables, y que la campaña se desarrolle en un escenario de estabilidad. «Probablemente no se puedan esperar grandes precios, sino una temporada tranquila. Al principio de la campaña no se vislumbra nada, pero no creo que haya dificultades en los pagos», añadió. Dejó en claro, sin embargo, que la caída del valor del euro podría impactar en la economía de las empresas que exportan limones al Viejo Continente. «El euro sí puede afectar, porque la gran mayoría de la fruta fresca se negocia en esa moneda. Por lo tanto, podría haber pérdidas en los niveles de rentabilidad», admitió.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Gassenbauer, recordó que la receta que se está aplicando para contener la crisis en la Unión Europea es un fuerte ajuste, que tendrá un marcado efecto en el consumo interno del bloque. «De movida, la actividad citrícola tendrá un euro más bajo. O sea, se produjo con un euro a U$S 1,50 y ahora vale U$S 1,23. Esta baja se trasladará a los que cobran en euros y seguro que perjudicará a la citricultura», destacó.
Gassenbauer, que hace pocos días estuvo en Francia acompañando al gobernador, José Alperovich, comentó que los europeos viven una etapa de mucho temor por lo que puede pasar en el futuro, aunque se desconocen los resultados que pueden arrojar las medidas restrictivas que se están implementando en el bloque. «Es difícil hacer pronósticos porque no se sabe exactamente qué puede pasar, dado que cada país ejecuta su propia receta para superar la crisis. Hay que ser cautos», concluyó el funcionario tucumano.
FUENTE: LA GACETA