Pasada la una y media de la mañana y tras casi once horas de debate la Cámara de Senadores aprobó por mayoría simple la coparticipación total del impuesto al cheque una decisión de la oposición que disparó la polémica.
Antes de la votación, el oficialismo planteó que al modificarse la afectación específica del impuesto era necesaria una mayoría especial, tal como se implementó incluso en todas las prórrogas del impuesto al cheque desde que se realizan.
La oposición apeló a un artilugio, que el mismo Cobos criticó, derogando el artículo que distribuye entre nación y provincias el reparto del impuesto a los créditos y débitos bancarios. Con ello aseguró que la ley puesta a consideración solamente requería mayoría simple.
“Estamos modificando la ley de coparticipación y la ley de presupuesto”, observó el formoseño José Mayans, “lo que vamos a hacer es aberrante” añadió.
El jefe de la bancada oficialista, Miguel Pichetto, apeló a la interpretación de la presidencia de la Cámara para que decida si el requerimiento era de una mayoría especial (37 votos) o de una simple.
El vicepresidente de la Nación se mostró dubitativo y propuso devolver el proyecto a la comisión en lugar de que fuera votada, ya que la oposición no contaba con los 37 votos requeridos.
Cobos aceptó que el cambio en el texto ofrecido para eludir la mayoría especial lograba su objetivo, pero criticó que era “análogo” a lo que se criticaba del Poder Ejecutivo con la firma del decreto 2010 luego derogado y reemplazado por el 298.
Ambos decretos ordenaban el uso de reservas para el pago de vencimientos de la deuda y sus similitudes fueron parte del argumento para que la Cámara de Diputados los declarara nulos.
De este modo, Cobos sugirió a la oposición que ante estas circunstancias era recomendable retrotraer el proyecto a la comisión para un mejor análisis. Fue el senador José Luis Romero, ex gobernador de Salta, quien le sugirió a él que se sujete al reglamento que en su artículo 33 establece que el Presidente de la Cámara no opina ni debate.
El jefe de la bancada radical propuso así que fuera el Senado el que votara sobre la interpretación acerca de si era o no necesaria la mayoría especial. A ello se opuso Pichetto que insistentemente le recordó al vicepresidente Cobos que era él y no el cuerpo el que debía interpretar las características del voto.
Cobos se decidió por poner a consideración la propuesta radical, la que fue aprobada. Y acto seguido asumió la interpretación como propia para poner a consideración el proyecto de ley cuya media sanción se aprobó por 35 votos a 33.