En plena discusión legislativa sobre el futuro de los derechos de exportación aplicados a los productos agrícolas, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) resaltó la necesidad de continuar con las retenciones porque “son indispensables para impulsar el crecimiento de la ganadería”.
«La competitividad de la ganadería depende de su rentabilidad en términos relativos con el resto de las actividades agrícolas», indica el documento. Así, durante los últimos 15 años, la ganadería vio disminuida su superficie en 13,5 millones de hectáreas a causa de la expansión sojera.
La rentabilidad no depende solamente de los precios sino de los costos de producción. El mayor Margen Bruto (MB) diferencial del cultivo de la soja, entonces, hace que el resto de los cultivos y la ganadería no puedan competir económicamente. Los efectos de la alta rentabilidad de la soja fueron determinantes en la reducción de la superficie ganadera.
Mientras el MB de la invernada alcanzaba, en el primer semestre del 2008, los 109 dólares por hectárea, el mayor de los 7 años precedentes, no le era posible competir o siquiera complementarse con la soja, que arrojaba un MB superior a los 500 dólares por hectáreas, detalla el texto. La reducción de la superficie ganadera hizo que la sequía que azotó al país en el 2008 y 2009, al encontrar los campos sobrecargados, provocase no sólo una gran mortandad de hacienda, sino que también afectase los índices de preñez, determinando la reducción de entre 2,8 y 3 millones de terneros en 2009.
El informe explica, en este sentido, que la ganadería está iniciando un proceso de recuperación, a partir del incremento de los precios de la carne registrados en el último año. «Pero para que este crecimiento se mantenga, es fundamental que la superficie ganadera no vuelva a sufrir una reducción a manos de la agricultura», agrega. «Es por eso muy importante considerar a las retenciones al cultivo de la soja como una herramienta fundamental de planificación territorial y productiva y no como un simple impuesto a la exportación», indica el comunicado.
Y agrega: «la quita o reducción de las retenciones impediría que la ganadería pudiese mantener el ritmo de crecimiento que ha retomado». «No existe ninguna posibilidad de planificación productiva y territorial si la expansión de las distintas actividades agropecuaria quedan sujetas exclusivamente a las leyes del mercado», finaliza el informe. Casi en simultáneo con la publicación de este informe, la Federación Agraria Argentina (FAA) salió a denunciar que “la ganadería pampeana, ya castigada por malas políticas nacionales empeora por la indiferencia del gobierno provincial” a cargo de Oscar Jorge.
Así lo indicó el titular de la entidad, Eduardo Buzzi, quien junto a los diputados Ulises Forte (UCR) y Lisandro Viale (PS), participaron de la I Jornada Ganadera de la FAA de La Pampa. “La ganadería de cría ha sido castigada duramente por las malas políticas a nivel nacional, más la lentitud y la indiferencia del gobierno provincial, que le da la espalda a los pequeños y medianos productores, y cuando asiste lo hace de manera homeopática”, denunció Buzzi.
Y agregó: “esto ha significado la pérdida de miles de productores en La Pampa, pero además hay perspectivas de que en esta provincia vuelvan los problemas climáticos en los próximos meses. En este contexto, sin asistencia inmediata el pequeño y mediano productor de esta región, desaparece”.
El titular de la FAA también se refirió al debate parlamentario sobre las retenciones. “No es con cualquier proyecto que se revierte esta tendencia”, dijo. Buzzi resaltó que, además de la discusión por las retenciones que hoy está en agenda, nuestra entidad “impulsa una serie de proyectos de ley, como el que promueve una nueva norma en materia de arrendamientos, que debería sancionarse para que los chacareros volvamos a ser viables, y dejen de avanzar sobre nosotros los pooles de siembras y las grandes empresas”. El director de FAA en La Pampa, Ariel Toselli, apuntó en forma directa contra el gobernador pampeano.
“En marzo de este año, al inaugurar las sesiones legislativas, Jorge prometió 250 millones de pesos para la recuperación ganadera, pero ese dinero nunca apareció. Y hace un mes, el gobierno nacional trajo a la zona 35 millones de pesos para los productores desbancarizados, pero el gobernador todavía no ejecutó ese fondo”. Viale, por su parte, aseguró que “en la última década, más de 10 millones de hectáreas pasaron de la ganadería a la agricultura. Y se perdieron varios millones de cabezas”.