Ante los nuevos embates e intervenciones del secretario de Comercio Interior en el mercado de ganados y carnes, que llegan incluso a versiones de un nuevo cierre total de exportaciones,
Los precios máximos, los encajes en los frigoríficos, la cuotificación de ventas al exterior, su control a través de los ROE rojos y el cierre de las exportaciones, entre otras medidas desacertadas, son los causantes de la debacle ganadera.
Este intervencionismo ha provocado que el productor tenga cada vez menos participación en el valor final de la carne (que pasó de un
Hoy el criador ganadero se encuentra produciendo a pérdida ya que los precios que recibe por el ternero y la vaca son similares a los de hace tres años, mientras que sus costos registraron un fuerte aumento. Esta situación se vio empeorada por la sequía, que obligó a que muchos productores se descapitalizaran a través de la venta de vientres.
Todo esto ocurre ante la mirada impasible del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que lejos de llevar a cabo su promesa de frenar la intervención de Moreno en el mercado, ha permitido que el secretario de Comercio vuelva a presionar a los integrantes de la cadena de la carne con listas de precios, trabas a la emisión de los ROE y amenazas de cierre de exportaciones.
Para poder revertir esta situación, es necesario abandonar de inmediato las prácticas intimidatorias y generar una verdadera política de Estado para la ganadería, seria y de largo plazo, que contemple al consumo interno y las exportaciones como actividades complementarias.