28.12.18Es la tendencia que está detrás de la caída en las cotizaciones del cultivo, explica un informe de la Bolsa rosarina.
Se proyecta que la cosecha mundial de girasol aumentará más que la demanda en la campaña 2018/19 e incrementará un 17% el stock global del cultivo (los inventarios), que con este envión estiman que alcanzará las 3,6 millones de toneladas, el volumen más alto en una década.
“La industria de girasol en Argentina se ve perjudicada por la combinación de la caída en las cotizaciones, la reimposición de derechos de exportación y la quita de gran parte de los reintegros, ajustando los márgenes de todos los participantes de la cadena”, advierte un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario que elaboraron Desiré Sigaudo y Emilce Terré.
La Argentina es el cuarto productor mundial de girasol por detrás de Rusia, Ucrania y la Unión Europea, que representan más del 80% de la oferta mundial de girasol y concentran a las principales industrializadoras de la oleaginosa para producir aceite y harina.
En la campaña 2017/18, según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), la producción mundial fue de 47,4 millones de toneladas, unas 600.000 toneladas por debajo del ciclo anterior. La cosecha cayó por la menor producción en Rusia, Ucrania y otros países de la región del Mar Negro.
En este ciclo, en cambio, las buenas condiciones climáticas durante julio y agosto en esta región de Europa van a incrementar los rendimientos del cultivo porque se dieron en la etapa crítica de llenado de granos.
Por eso se proyecta una producción mundial de 50,5 millones de toneladas de girasol, que está un 6,5% por encima del ciclo anterior. Los productores rusos levantarán unas 11,5 millones de toneladas (1,1 millones más que el año pasado) y un Ucrania la cosecha llegará a las 15 millones de toneladas (1,3 millones de toneladas por encima del ciclo anterior), una cifra que está un 20% por arriba del promedio de las últimas cinco campañas.
“El stock final de semillas de girasol para el ciclo 2018/2019 se estima en 3,6 millones de toneladas, con un crecimiento del 17%, según el Usda. El crecimiento en las existencias mundiales se explica sólo en parte por el incremento de la producción y es esencial destacar también el impacto que tuvieron las exportaciones, lastimadas por las menores compras por parte de Turquía y Estados Unidos”, indica el informe de la Bolsa rosarina.
En este escenario se prevé un crecimiento en el crushing (molienda) mundial de girasol, que alcanzaría un nuevo récord de 45,8 millones de toneladas (2,5 millones de toneladas más) con una participación importante de la Argentina.
Es que cuando se sembró el cultivo en el país, los precios internacionales eran atractivos y se incrementó el área de siembra. Se estima que la cosecha girasolera argentina podría aumentar de 3,5 millones de toneladas (ciclo 2017/18) a 3,8 millones de toneladas en este campaña.
La cadena del girasol en la Argentina viene complicada, además, por la reimplantación de los derechos de exportación para la venta externa de aceite de soja (3 pesos por cada dólar que se exporta).
“Con un valor FOB del aceite que se acerca a los U$$ 600 por tonelada, se traduce en U$S 47 de impuesto por cada tonelada exportada; es decir un 8%. Los reintegros a la exportación pasaron de 2,5% a 0,5% en el caso del aceite de girasol y del 2% al 0,5% en el caso de la harina. Un golpe tras otro”, concluye el informe de la Bolsa rosarina.
Fuente: Clarin