Se prevé un incremento del área sembrada total del orden de 3%, para llegar a cubrir así 37,3 millones de hectáreas y lograr una producción total de 120 M de Tn. (+22% respecto a la última campaña). ¿Qué cultivos crecerían más en superficie?.
Las proyecciones de siembra y producción para la campaña 2018/2019 fueron elaboradas por la Bolsa de Comercio de Rosario, asumido rindes tendenciales y estimando condiciones agroclimáticas relativamente normales, no como durante la última campaña, signada por excesos de humedad seguida de un marcado déficit hídrico que no sucedía desde hace 50 años y que quedó por debajo de las pretensiones del sector productivo.
Se prevé un incremento del área sembrada total del orden de 3% hasta cubrir 37,3 millones de hectáreas, casi 1 millón por encima de la campaña anterior. El cambio obedecería, principalmente, a la recuperación de lotes que quedaron fuera del ciclo productivo 2017/18 cuando los excesos hídricos afectaron la siembra de trigo y cebada y el déficit hídrico restó hectáreas a los granos gruesos.
Entre los cultivos que más verían incrementar su superficie de implantación se destacan: el trigo (+12%) y la cebada (+5%), como así también maíz (+2%), soja (+1%) y girasol (+1%). La superficie sembrada con sorgo, por su parte, caería un 7% en tanto que el área destinada a otros cultivos podría retroceder un 2%.
Para proyectar la producción de cada cultivo en la próxima campaña 2018/19 se han asumido rindes tendenciales, aunque la base de cálculo del mismo depende de las condiciones estructurales de cada mercado en particular. En maíz, por ejemplo, se toma el rinde tendencial que surge de los últimos cinco años, ya que desde entonces las variedades tardías y de segunda han ganado preponderancia por lo que tomar datos anteriores puede perjudicar la verosimilitud de la proyección. En el caso de la soja, en cambio, la base de cálculo es de 10 años ya que no registra un cambio tan profundo en sus determinantes productivos, aunque en el futuro la incorporación de nueva tecnología podría hacerlo. Los resultados de estos estimadores de rindes se resumen en el último cuadro.
Bajo los supuestos planteados, la producción total podría alcanzar los 120 millones de toneladas, un 22% por encima de la campaña anterior y el segundo mayor registro en la historia argentina, sólo por detrás de los 127 millones de la campaña 2016/17.
Entre los principales cultivos, la soja recuperaría su lugar como producto estrella con cerca de 51 Mt de producción, seguido por el maíz con 35,4 Mt. La cosecha de trigo avanzaría hasta los 19,3 Mt, en tanto que el girasol obtendría 4,3 Mt. La producción de cebada, por su parte, resultaría de 3,7 Mt y la de sorgo 2,4 Mt; en tanto que el resto de los cultivos aportarían otros 4,4 millones de toneladas.
En cuanto al valor bruto de la producción primaria, la misma podría alcanzar los U$S 23.200 millones. Este valor surge específicamente de los seis principales cultivos (maíz, soja, trigo, girasol, cebada y sorgo) al multiplicar la producción proyectada por los precios FAS a cosecha vigente.
De los U$S 23.200 millones proyectados, el 59% sería provisto por la soja con un aporte al VBP nacional de US$ 13.700 millones. El maíz, en tanto, aportaría un 22% del total (US$ 5.100 millones), y el trigo un 11% (US$ 2.470 millones). El restante 8% se repartiría entre girasol (US$ 945 millones), cebada (US$ 550 millones) y sorgo (US$ 385 millones).
Por último, las exportaciones potenciales podrían generar U$S 25.500 millones. La cifra estimada surge de multiplicar el valor FOB de la nueva cosecha por la cantidad que se va a exportar en la nueva campaña comercial.
El principal aporte a la balanza comercial provendría del complejo sojero, responsable de más de 41,3 millones de toneladas de exportaciones entre poroto y subproductos, por un total de US$ 17.800 dólares (el 70% del total). El maíz, por su parte, despacharía unos 22,5 Mt por un total de US$ 3.900 millones, o un 15% del ingreso de divisas del sector primario, en tanto que el complejo triguero embarcaría unos 13 Mt por un monto total en torno a los US$ 2.600 millones (un 10% del total). El complejo girasol daría cuenta de otro 3% del valor de las exportaciones de granos y derivados, mientras que el restante 2% lo aportarán cebada y sorgo.
Fuente: Todo Agro