En la campaña 2009/2010, la producción de soja fue de 55 millones de toneladas, de las cuales 36,8 millones se destinaron a molienda, según datos de
De este volumen, 14 millones de toneladas fueron utilizadas para la producción de 2,6 millones de toneladas de biodiésel, de las que 1,1 millón fueron para el mercado interno y 1,5 millones se destinaron a la exportación.
El proceso industrial de biodiésel requiere una tonelada de poroto de soja para obtener alrededor de 20 por ciento de aceite, y 80 por ciento de harina en la molienda. Luego, con una tonelada de aceite se puede fabricar una tonelada de biodiésel.
El porcentaje de la molienda destinada a la producción de biodiésel fue de 36 por ciento para el 2010, y para este año se espera que el impacto sea aún mayor, estimó Matías Amorosi, técnico de
Explicó que, a su vez, los 14 millones de toneladas de poroto de soja usados para fabricar biodiésel configuran el 26 por ciento de la producción nacional de soja.
Las plantas productoras de biodiésel están ubicadas en el polo industrial que rodea a la ciudad de Rosario, Santa Fe, aunque otras funcionan en San Luis, Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero y Neuquén.
La industria productora de biodiésel está conformada principalmente por las firmas aceiteras grandes, que tienen el 65 por ciento de la capacidad instalada; por empresas independientes grandes (19%) e independientes chicas (16%).
Según el informe, la capacidad de pago de gran parte de la industria aceitera cambió a partir del desarrollo del biodiésel.
Amorosi asegura que ya no es del todo exacto realizar el cálculo del FAS teórico de la soja sólo a partir de la comercialización de pellets y aceite de soja.
Hoy es indispensable considerar el impacto del biocombustible en la ecuación del negocio, afirmó.
El técnico indicó que el diferencial de gravámenes a la exportación es determinante. El biodiésel tiene una retención del 14 por ciento, mientras que el aceite de soja sufre un gravamen del 32 y el poroto, del 35 por ciento.
El sector creció a partir de la decisión del gobierno de implementar un corte obligatorio del 5 por ciento para todos los combustibles fósiles, que requería la distribución de un cupo de 860.000 toneladas de biodiésel.
La industria nacional de biodiésel creció 2.250 por ciento desde 2006, y para 2011 se espera contar con una capacidad instalada para más de 3 millones de toneladas.