La falta de agua, en especial al oeste del país, pone en peligro los números ‘récord’ que se proyectaron para la cosecha de soja local, sobre la base de un crecimiento mayor al 10% en el área cultivada respecto de la campaña pasada.
El mantenimiento del mal clima está “encendiendo una luz amarilla”, indicó César Gagliardo, presidente de la corredora Artegran. Según dijo, quedan en promedio diez días para sembrar soja de primera (la de mayor rendimiento) en la región centro del país, con algo más de margen en el sur, y menos en el norte argentino.
El principal foco de preocupación es la provincia de Córdoba – donde ya hay escasez de agua para consumo humano–, que colabora con más de 4 millones de hectáreas de las poco más de 19 millones proyectadas para la siembra total de soja nacional.
Hasta el momento, se sembró sólo el 15% del área de la campaña, y el retraso se debe a que los suelos no están preparados para recibir la semilla en esa provincia central. En quince días, si no cambia el panorama, podrían perderse gran parte de esas hectáreas, que pasarían a ser sembradas con sojas tardías, de menor rendimiento.
Esta semana, la revista especializada Oil World recortó su previsión de la cosecha argentina de soja a 50 millones de toneladas, desde los más de 52 millones previos. La continuidad del mal clima es la principal causa del corte y no se descartan nuevas mermas en las proyecciones.
Con la mirada puesta en la soja sudamericana, los analistas estiman que el precio de la oleaginosa podría sostenerse en torno a los u$s 295 por tonelada por los recortes en la Argentina, ya que se estima que Brasil logrará una cosecha récord de hasta 63,6 millones de toneladas.
Mal de muchos
Fuentes de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) indicaron ayer que queda poco tiempo para que este cultivo revierta su pésimo estado. El presidente de la entidad, Ricardo Negri, dijo que “el tiempo biológico para que se pueda hacer un cambio son los próximos 15 días”. El área sembrada será algo mayor a 1,7 millón de hectáreas “una de las peores superficies en su historia”, dijo Asagir.
La próxima quincena también será crucial para la siembra de trigo, cereal que junto con el maíz sufre una situación que un operador calificaba ayer de “escandalosa” por el efecto que los controles de las exportaciones están teniendo sobre la confiabilidad del país como proveedor, y sobre el precio.