Los citricultores lo veían venir, y finalmente llegó. El nuevo obstáculo que planteó Estados Unidos para seguir impidiendo el ingreso del limón tucumano a ese país es el resultado del fuerte lobby que los productores de fruta de California vienen llevando a cabo desde hace muchos años, y recuerda un poco la movida que el sector azucarero argentino desarrolló con gran éxito en nuestro país para frenar definitivamente el ingreso de azúcar de Brasil.
En 2003, luego de haber superado vetos de los presidentes Carlos Menem, Fernando de
¿Le temen los citricultores californianos al limón de Tucumán? Y… sí. Conocen la altísima calidad de la fruta de nuestra provincia, conocen que los volúmenes que se producen en estas tierras son los mayores del mundo, y saben que desde aquí se exporta sólo un tercio de lo que se obtiene por temporada. O sea, tienen claro que el potencial exportador de limones tucumanos está lejos de alcanzarse.
Pero como país que pregona históricamente la libertad de comercio, Estados Unidos no puede admitir que ejecuta políticas proteccionistas a favor de sus producciones y, por lo tanto, esgrime razones fitosanitarias. Esta vez, a los limones tucumanos les planteó exigencias «que resultan desproporcionadas, a nuestro criterio», según el decir de la gerente general del Senasa, Diana Guillén, funcionaria que sigue desde más de una década la pelea de la citricultura argentina por cumplir las demandas de la principal economía del mundo para acceder a ese mercado. Guillén no puede ocultar su indignación, porque desde que una corte judicial norteamericana suspendió las exportaciones de limón argentino a Estados Unidos, esta es la tercera vez que se acuerda un protocolo, al que de último momento se le añaden exigencias fitosanitarias. De las demandas, se destacan registros de todas las unidades productoras, monitoreos con análisis de laboratorio de todas las unidades antes del inicio de la cosecha, monitoreo de todas las plantas que muestren síntomas de CVC (Clorosis Variegada de los Citrus) y recolección de vectores de esa enfermedad para determinar si contienen la bacteria, entre otras. Además, se mantiene la exigencia de que no se exporte a estados norteamericanos que sean productores de cítricos.
La situación no es fácil, porque en esta oportunidad las partes que pugnan por acceder a Estados Unidos con limones argentinos –
Los citricultores y los funcionarios de
Fuente: La gaceta de Tucumán