En el Paraguay existen 9.052 fincas yerbateras, con 18.750 hectáreas en producción, de las cuales el 93 por ciento son pequeñas chacras de agricultura familiar y solo el siete por ciento de la superficie cultivada está en manos de agricultura empresarial.
Sin embargo, este sector es el que fija el precio de hoja de yerba, sostuvo Antonio Flores, de la asociación de productores de yerba del nordeste de Itapúa.
La asociación de productores de yerba del nordeste de Itapúa cuestiona el Plan Nacional de la yerba mate presentado por el Gobierno de Horacio Cartes, porque −afirma− deja de lado a este mayoritario grupo de cultivadores de la hoja."Para nosotros es llamativo que el Plan Nacional que impulsa el Gobierno haya sido elaborado por el sector privado, concretamente los industriales yerbateros, donde nosotros prácticamente no tuvimos participación, ni fuimos invitados como agremiación para el lanzamiento?, dijo Antonio Flores, representante de la organización.
Añadió que también les llama poderosamente la atención que se le haya excluido de la mesa ejecutiva del proyecto a la ingeniera Zunilda Funes, una experta del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) que estuvo trabajando muy de cerca con los productores. Aseguró que es la única en la secretaría de Estado que entiende verdaderamente la problemática del sector.
Flores recordó que en el departamento de Itapúa está el mayor porcentaje de las fincas productoras y la mayor superficie de cultivo del país, de las cuales el 71 por ciento está integrado a la asociación de productores. Conjuntamente tienen el 67 por ciento de la superficie en producción en Itapúa, dijo.
Todos estos datos que tenemos son resultado de un largo trabajo que estábamos haciendo a través de la mesa de enlace con la ingeniera Funes, acotó.
Flores habló también del nivel de rendimiento de la yerba mate en el departamento, que en la actualidad está en un promedio de 5.000 kilos por hectárea, pero la capacidad productiva, según las condiciones de suelo y buenas prácticas agrícolas está entre 15.000 y 20.000 kilos por hectárea.
Existen algunas empresas industriales que alcanzan ese nivel, pero la mayoría de los productores no llega a esos niveles de rendimiento por falta de control de las instituciones del Estado como la colección de variedades y su desarrollo, sobre los trabajos de propagación que hoy se llevan a cabo sin ninguna planificación por el sector privado y sin profesionales idóneos en el tema.
Hay un muy mal manejo de la planta y una pérdida de oportunidades para los productores por la escasa preparación para la cosecha, pudiendo generarse fuente segura de trabajo para los pobladores de esta zona, indicó Antonio Flores."Necesitamos que se inicie un plan de recuperación de yerbales degradados y acompañar la formación de precios en forma transparente en la cadena de valor?, señaló el productor del nordeste de Itapúa, Antonio Flores.
Fuente: entornointeligente