A esta altura del año, la producción citrícola tucumana y nacional finalizaron sus actividades de exportación y en la mayoría de los casos también con la molienda de fruta con destino a industria, salvo los casos excepcionales que son los jugos que se destinan para consumo en el mercado interno.
Todos los trabajos realizados en los empaques y en los establecimientos industriales fueron encarados respetando todas las normativas vigentes en cuanto a sanidad y a calidad.
El movimiento económico generado por esta actividad en la provincia es muy grande, ya que se mueve un promedio de 1,2 millón de toneladas de limón con destino a industria y exportación de fruta fresca (unas 250.000 toneladas), lo que hizo que esta actividad se convirtiera en la segunda actividad agroindustrial provincial, ya que genera una importante distribución de la riqueza por ser una gran generadora de mano de obra.
Es por ello que los productores vinculados a la actividad, como así también todos los habitantes tucumanos, deben tomar conciencia de la importancia de la citricultura y evitar con su comportamiento, consciente o inconsciente, de los perjuicios que se pueden producir introduciendo frutas o materiales vegetales que pueden estar contaminados con plagas y enfermedades de otras regiones del país o de países vecinos.
El enemigo mortal
Un decreto del Poder Ejecutivo Nacional estipula que existe la emergencia fitosanitaria con respecto al Huanglongbing o HLB en todo el territorio de
Debemos evitar que ingrese al insecto vector de la enfermedad que no está presente en Tucumán y Catamarca, ya que los riesgos de poder contraer la enfermedad que no está presente en todo el país se aumenta si tenemos el insecto presente.
Es por ello que la introducción y tránsito ilegal de plantas y materiales vegetales, como así también de fruta fresca sin procesar constituyen actividades que ponen en riesgo la producción, ya que esta enfermedad es terminal y finaliza con la destrucción y muerte de la planta afectada.
De esta manera, la adhesión y el cumplimiento de las tareas de control y de las normativas vigentes son clave para evitar el ingreso de la enfermedad.
El Programa Nacional de Prevención del HLB creado en su momento sirvió para el fortalecimiento de las tareas de control e inspección de los transportes de carga y pasajeros en diferentes partes del país, a través de la instalación de puestos fitosanitarios en las rutas de acceso a la zonas productores.
Procedimientos
Las recomendaciones de países que actualmente tienen presente esta enfermedad indican que se deben apoyar todas las medidas de «cerco sanitario» dispuestas por las autoridades sanitarias y que se cumplan todos los requisitos y procedimientos dispuestos por los organismos fitosanitarios.
El Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) tiene actualmente el poder para efectuar el decomiso y/o la destrucción de todo material que no cumpla con los requerimientos mencionados en la respectiva resolución, cosa que se dio días pasados en un acceso a Tucumán.
Trabajar codo a codo con el organismo de control se transformó en una obligación moral que debemos tener los tucumanos para evitar que la peligrosa enfermedad ingrese al país, y a nuestra región, lo que pondría en existencia la vida misma de la actividad citrícola en Tucumán.
Actualmente ya se procedió a monitorear el 100% de la superficie citrícola estimada como zona de riesgo.
Temores
La preocupación es grande entre todos los factores que componen la «cadena del sector citrícola».
Hace dos semanas,
Todas estas labores no darán nunca resultado sin el apoyo y cumplimiento de las normativas por parte de todos los actores vinculados a la actividad, y también de aquellos sectores/factores que ingresan a las zonas productoras que tengan o no relación con el sector productivo. Debemos hacer todo lo necesario en materia de monitoreo y prevención para mantener el estado de país libre de HLB y evitar que esta enfermedad, llamada «Dragón Amarillo» en los países afectados, pueda ingresar y perjudicarnos económica y socialmente.
Fuente: