La diversificación de la matriz energética, para declarar la independencia sobre los combustibles fósiles, es una de las políticas que más desvela a los gobiernos del mundo, incluidos los países desarrollados.
Pero, no basta tener a mano una paleta de recursos energéticos si no hay un acompañamiento industrial que agregue valor a la costosa materia prima energética.
“Lo importante es qué podemos producir con la energía” resumió este martes el ministro de Planificación Julio de Vido, durante una conferencia de prensa realizada por las cámaras sectoriales que producen biocombustibles.
Durante la conferencia también participaron, la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH) organizadora del encuentro, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), el Centro Azucarero Argentino, y la Cámara de Alcoholes.
En estas cámaras se nuclea la totalidad de la producción de biocombustibles que se fabrica en el país, con una veintena de empresas para el caso del biodiésel, y al menos una decena en la elaboración de bioetanol.
Por imperio de la ley 26.093 sancionada en el Congreso de la Nación hace cuatro años, a partir del 1 de enero de 2010 debía comenzar a regir el corte obligatorio en los combustibles fósiles a un 5% con biodiésel para el caso del gasoil, y el mismo nivel para las naftas con bioetanol.
Ello implica que la demanda interna para biodiesel a partir del corte obligatorio en 2010 asciende a unas 800.000 toneladas, para mezclar con gasoil, y en bioetanol a 280.000 metros cúbicos para su mezcla con nafta.
Para cumplir con esa meta en el mercado interno que impone la ley, la capacidad instalada de producción de biodiésel sobra, ya que asciende a unos 2,6 millones de toneladas anuales.
De hecho las exportaciones de biodiésel vienen creciendo año a año, y en el primer bimestre de 2010 las ventas externas que mide el Indec para este combustible totalizaron 269 millones de dólares, un 272% más que en el 2009 medido en dólares, y con derechos de exportación (20%) los que se cuadruplicaron en 2008 durante el conflicto por la 125.
Así la Argentina ya es “el primer exportador mundial de biodiésel” para abastecer al creciente mercado europeo, cuya demanda debe alcanzar un corte del 10% para dentro de una década, señaló Gabriel Obrador vicepresidente de la Carbio.
Pero al mercado internacional se añade ahora el atractivo de un mercado interno para el que fue pensada la ley de promoción a los biocombustibles. Claudio Molina auguró que “estamos ante un nuevo paradigma”, por el salto que significará en la diversificación de la matriz energética.
Desde el centro de azucareros, Nebbia, remarcó impacto económico que tendrá el desarrollo de la caña de azúcar en el norte del país. Ya que el potencial para el cultivo se da “en todas las provincias del norte grande”, que abarcan dos regiones (NEA y NOA) y casi la mitad del país.
Ese potencial desarrollo terminaría con el “país escindido” por las desigualdades sociales, señaló Nebbia, y que para el ministro De Vido llevan “500 años de postergación”. De allí que el funcionario resaltara que “el denominador común” que une a los gobernadores es el pedido de “más infraestructura”, que resulte atractivo para las inversiones.
Pese al corte obligatorio que impone la ley en las naftas, también del 5%, la aplicación no sería posible hasta “noviembre o diciembre de este año”, señaló el titular de la cartera de Planificación. De allí que la obligatoriedad regirá en un nivel del 3%, hasta entonces.
Hoy la capacidad instalada alcanza a una cobertura de unos 202 mil metros cúbicos, lo que implica un faltante de 78 mil metros cúbicos para cubrir el corte obligatorio en naftas del 5%.
Por eso habrá una aplicación gradual que comenzará en forma obligatoria en el NOA, al 3%, para que se vaya consolidando la producción y se extienda al resto de las regiones del país, en el transcurso de este año o comienzos del venidero.
Al corte obligatorio para los combustibles fósiles con biocombustible se añade otro nicho de demanda importante: el abastecimiento de combustible para la generación de energía eléctrica, con biodiésel al 100% que dará inicio con la generación de 150MW.
El corte obligatorio permitirá además la sustitución de importaciones de gasoil por un volumen similar a las 800 mil toneladas, lo que equivale al uso de gasoil de todo el parque automotor privado.
Pero la meta del gobierno, según el ministro, es elevar el corte con el transcurso de los años lo más cerca posible del biodiésel al 100%. Para ello se entablaron conversaciones con los fabricantes de maquinaria agrícola, para conocer cuál es el máximo que podrían tolerar los motores. Algo que podría trasladarse al transporte de cargas de granos.
También existe un beneficio en la ley de promoción para los pequeños productores con plantas de biodiésel de hasta 50.000 toneladas cuya producción sería totalmente volcada al mercado interno, bajo el paraguas normativo de la 26.093.
“Quiero que haya muchos de estos pequeños productores”, apuntó de Vido, “y también que haya grandes productores”, porque la tendencia en el mundo, la fortaleza hacia el desarrollo “será en la potencialidad de generar y producir energía”, sin estar atados a las reservas de petróleo.
El ministro resaltó que la “Argentina va hacia un desarrollo nacional”, por eso invitó a reflexionar acerca de que “la soja, el maíz y el girasol tienen mucha más potencialidades que su exportación como materias primas”.
Con un añadido: cuanto mayor valor se agregue a la tonelada exportada, menos retenciones se pagan. Esa ecuación se traduce hacia los productores primarios como “si quieren pagar menos retenciones, agreguen valor”.
Cuando El Enfiteuta preguntó sobre las posibles tensiones entre mercado externo y un creciente mercado interno para el biodiésel, el ministro aseguró que habrá “un Estado presente que debe velar por la competitividad de la industria y por el interés de las personas”.
De Vido remarcó que “primero, la Argentina ”, ya que la “prioridad es el mercado interno”, y luego subrayó que “lo que se exporta debe ser el excedente”.