Así lo explica la ingeniera agrónoma Maria Iglesias, quién hace 28 años se desempeña en la cátedra Microbiología Agrícola -hace 10 está al frente la misma-, materia pertenece al 3er año de la Carrera Ingeniería Agronómica de la Unne. “En la cátedra nos abocamos a diferentes tareas relacionadas fundamentalmente con docencia, investigación y transferencia o extensión. Dentro de éstas líneas de trabajo tenemos áreas prioritarias divididas en Compostaje y Lombricultura con tareas que se centran en la utilización de residuos orgánicos para producir un abono de buena calidad que puede ser el Compost o el Lombricompuesto. La segunda área es la de Biofertilización o Utilización de Inoculantes en donde trabajamos con productos experimentales o comerciales que contienen microorganismos fijadores de nitrógeno o promotores del crecimiento vegetal y se inoculan a distintos cultivos como trigo, maíz, sorgo, soja o algodón, cultivos regionales que varían por la importancia regional o al interés del alumno según su zona de origen o procedencia.
¿Qué es el Compost?
Es el producto del proceso de Compostaje, proceso controlado, con determinada humedad, aeróbico (aireado), que atraviesa una etapa termofílica (de alta temperatura) con el que se busca una degradación bio oxidativa de los residuos orgánicos (basura) mediante una gran actividad microbiana. En el mismo se dan dos etapas denominadas de “estabilización” y “maduración” del producto. La primera es una etapa dividida en una fase mesófila con temperaturas de 20/30 º C y en una fase termófila que alcanza los 60 / 70 ºC, (fundamental para la inactivación de los patógenos); finalmente en la “maduración” baja la temperatura hasta estabilizarse con la temperatura ambiente.
Durante ese proceso, los Residuos Orgánicos -que dejaron de ser Basura para llamarse Residuos o Sustratos- van a ser procesados por una carga microbiana muy variada que degradan las proteínas, los hidratos de carbono y la celulosa y dan como resultado un producto estabilizado que al utilizarlo como abono orgánico no solo aporta nutrientes sino que es una buena enmienda para el suelo a nivel de aporte de materia orgánica y regulación y mejoras en la estructura del suelo, lo que también lleva a una mejor regulación del nivel de agua de los suelos.
El proceso de subas y bajas en la temperatura en el proceso de Compostaje se da naturalmente a partir de los 10 días por la gran actividad microbiana y por ser un proceso muy aireado. En primera instancia se degradan los compuestos más simples o rápidamente degradables, más tarde, al bajar la temperatura, en la etapa de maduración, continúa la degradación de otros compuestos en forma más lenta. “Y es aquí donde se agregan las lombrices para la producción del lombriabono” explica la profesional entendida.
El Compost se puede utilizar en diversos cultivos. Generalmente es muy utilizado en la producción de plantines. Se mezcla en proporciones diversas con el suelo. La calidad del producto final obtenido va a depender del residuo original.
El nitrógeno que aporta el compost al suelo es fundamental en la producción de las hojas y los frutos de las plantas, así como otros compuestos como el Fósforo, el Azufre o los microelementos.
Proceso de Lombricultura
Tanto en los sectores donde están las pilas de Compost o en los sectores o “camas para lombrices” se puede llevar adelante el proceso conocido como Lombricultura.
Las lombrices se mezclan con el residuo orgánico y ellas lo procesan, degradan y también allí se reproducen. Cuando termina este proceso se recuperan las lombrices, se las pasa a un sector de “comida nueva” y se junta o “cosecha” el lombricompuesto para ser utilizado directamente en los cultivos.
Se denomina Lombricompuesto al excremento de las lombrices. Ellas procesan la comida, la pasan por su tracto digestivo y excretan el “fertilizante”.
Las lombrices son hermafroditas (poseen los dos sexos). En cada apareamiento nace más de una lombriz (de cada cocón -huevo- nacen de 2 /20 lombrices). Se aparean cada 7 días. La cría va a depender de la calidad y cantidad de comida que reciba. Se necesita 1 g de comida por lombriz por día aproximadamente, dado que consumen el equivalente a su propio peso por día.
La Cátedra provee a personas o productores que lo soliciten “núcleos” (o conjuntos) de lombrices para iniciar el proceso de Lombricultura. También se entregan a las Escuelas Secundarias y Emprendimientos de alumnos para las Ferias de Ciencias. Se dictan además cursos de Compostaje y Lombricultura abiertos a la comunidad en general.
Autora: María Guadalupe Carzino, Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado-UNNE
Fuente: “El Universitario” sección Ciencia al Día (eluniversitario.unne.edu.ar)