22.01.16 La quita de retenciones y la devaluación del peso llevó a una disminución en la liquidación de hembras, lo que beneficia las actividades de cría bovina.
La quita de retenciones y la devaluación del peso frenaron la faena de vacas, dejando en una posición ventajosa para actividades de cría bovina, aunque a mediano plazo la pérdida a valor dólar de la hacienda forzará la venta de animales chicos ante la demanda de los criadores.
Así lo expresó el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), en un mercado ganadero signado por una leve recuperación en la liquidación de hembras impuesta en los últimos años y por el incremento de 136% que registraron, según el índice de inflación de San Luis, las pizarras de las carnicerías durante los últimos tres años.
El trabajo refirió que las perspectivas para la faena y la producción de carne bovina en el período enero-marzo de 2016 “estarán en buena parte determinadas” por la “evolución reciente” que ofrecieron los establecimientos de engorde a corral de vacunos, cuyas existencias a fines del 2015 resultaron menores a los meses previos.
Según datos aportados por el Ipcva en base a informes oficiales y de las cámaras sectoriales, los ingresos moderados de hacienda a los feedlot permiten advertir que la oferta de nuevos lotes terminados a corral para faena “debería ser inferior a la ofertada durante el período enero-marzo de 2015”.
Los especialistas estimaron que “debería esperarse un número inferior de vacas dado el proceso de retención de hembras que están llevando adelante los productores ganaderos”.
También mencionaron que “la sensible mejora en el valor del maíz y la caída en la relación precio del ganado y costos de alimentación van a generar una menor oferta de novillitos y novillos provenientes de campo con diferente grado de suplementación con granos forrajeros”.
Por ello, según el Ipcva, la faena de animales -que en el primer trimestre de 2015 ascendió a 3,1 millones de cabezas- durante el presente año sería “levemente a moderadamente inferior” a la registrada en igual período del año pasado.
Respecto a los ejemplares presentes en los corrales de engorde, la hacienda si bien se ubican por arriba de 1,3 millón de cabezas, este número resulta ser un 7% menor al stock registrado a comienzos de 2015.
En materia de precios, el año pasado cerró prácticamente a un valor de $33,50 para el kilo del ternero en pie, cifra que dista de los $12 que se pagaban en diciembre de 2012 y de los $22,75 que se abonaban a finales del 2014.
También a valor dólar, el kilo vivo de ternero de invernada rondaba los u$s2,5 a diciembre del 2015, mientras que finales del 2012 recibía un valor de u$s2,46 y a fines de 2014 tenía un precio de u$s2,69.
FUENTE: DyN