La popular ciudad balnearia de Uruguay vive una semana agitada. La OMS desarrolla la reunión de la COP4 que entre sus puntos de análisis se encuentra la referida a los ingredientes del cigarrillo y los límites a las plantaciones que deberían imponer los países productores.
El mas popular de los casinos uruguayos, le costo a la OMS algo más de 3 millones de dólares por el alquiler y servicios básicos para la conferencia, a lo que debe agregarse una cifra elevada en dólares en materia de transporte de los delegados de los países hasta esta turística ciudad.
Frente al centro de convenciones la asociación mundial de productores tabacaleros –ITGA sus siglas en ingles- levanto una carpa donde un nutrido grupo de productores permanece pacíficamente desde el domingo, a la espera, que las decisión no determinen la quiebra de su economía.
Los productores, oriundos de Argentina, Brasil, Portugal, Malawi, Indonesia, entre otros, manifiestan su preocupación de manera pacifica entregando folletos y explicando personalmente los daños que provocará la vigencia de los artículos 8,9,17 y 18.
No los reciben, una contradicción
En la reunión de agosto pasado, la misma OMS decidió que cualquier decisión que se tome necesariamente los productores tabacaleros deberían ser consultados, recomendación que no fue cumplida por los directivos, que negaron toda posibilidad de acceder a un encuentro con los productores y menos aun ser participantes de la reunión, que los tiene como potenciales y principales damnificados.
Los dirigentes de las entidades tabacaleras de argentina coincidieron en señalar que “es una nueva mentira de la OMS, un acto pleno de discriminación hacia quiénes somos las victimas de todo este proceso”
En reiteradas oportunidades integrantes de la ITGA cruzaron la avenida que separa la carpa del hotel a los efectos de lograr algún tipo de contacto, pero desde las oficinas de recepción, las autoridades hicieron saber que de ningún modo los recibirían.
Puertas adentro de la reunión, las posiciones de las delegaciones son por demás variadas, algunos inclinándose por la aprobación sin ninguna modificación, otras por la negativa y un número importante que se estarían inclinando por postergar cualquier decisión para la próxima reunión.
Incluso algunas delegaciones pusieron énfasis en que para el próximo encuentro se deberían contar con elementos científicos probados para cada caso, antes de cualquier análisis.
La guardia de los productores sigue atenta, mientras piensan en que el tiempo acompañe y las plantas encuentren el desarrollo adecuando y la cosecha permita su bienestar. Lo ideal, dicen, “nos hubiera gustado estar ahora junto a nuestras familias estar trabajando en las chacras, pero no podemos abandonar la lucha, no tenemos ninguna alternativa al tabaco”