Sequías, incendios, contaminación y pestes que llegan a todo el globo son los responsables de la enfermedad que, para algunos, es casi mortal.
“Los bosques boreales tienen el potencial de llegar a un punto de inflexión este siglo. Es urgente que nos concentremos en acciones de mitigación y adaptación climática”, dice Anatoly Shvidenko, científico del Instituto Internacional de Sistemas de Análisis Aplicados. Y no son los únicos de los que hay que preocuparse.
Este es parte del diagnóstico al que llegó una serie de investigaciones sobre la salud de los bosques del globo, publicadas en la última edición de la revista Science. Su estado es crítico y es urgente tomar acciones si el mundo no quiere perderlos para siempre concluyen.
Los bosques boreales —del norte de Canadá, Rusia, Alaska y Escandinavia— son el 30% de los presentes en todo el planeta, y han sido uno de los afectados por el cambio climático, dice el informe liderado por Shvidenko. En la zona, sólo en las últimas décadas, la temperatura ha aumentado unos 0,5°C por decenio.
“La gente asocia el cambio global solo al cambio climático —dice Aníbal Pauchard, académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Concepción—, pero son múltiples los factores que lo mueven, como el cambio de uso de suelo, la urbanización o las especies invasoras”.
Por eso, agrega, es tan importante un diagnóstico en este tema desde el punto de vista global. Las pestes, por ejemplo, se mueven con las personas o las exportaciones, lo que agrava amenazas como el aumento de la temperatura o la sequía.
Especies invasoras
Si bien los bosques han evolucionado con estresores como el clima o pestes, asegura un análisis liderado por Susan Trumbore, del Instituto Max Planck de Biogeoquímica, la influencia del hombre los ha puesto en desventaja. No solo se trata de la tala directa, sino que también de la contaminación o la introducción de especies invasoras.
Las sequías “calientes” son otro gran problema, dice el paper liderado por Constance Millar, del Departamento de Agricultura y Servicio Forestal de EE.UU. Estas están alterando el patrón de los incendios, los que han aumentado y vuelto más duraderos. A causa de ello los bosques ahora son más combustibles, menos resistentes al fuego y más débiles frente a las pestes.
Aún se pueden hacer cosas, dice Aníbal Pauchard, pero nada va a tener una respuesta automática. Por eso se deben tomar medidas ya.
Los expertos coinciden que la estrategia debe ser regional y global al mismo tiempo porque, por ejemplo, es imposible aislar a un solo bosque de una plaga sin considerar al resto.