En la apertura de la reunión, el gobernador Jorge Capitanich destacó la recuperación gradual de la producción del textil en la provincia y remarcó el importante rol que cumple el Estado en el diseño de la política agropecuaria destinada a los pequeños y medianos productores.
El primer mandatario chaqueño aseguró que existen todas las condiciones para que las provincias recuperen y amplíen la superficie de producción del textil. Para ello, destacó el valor de las estrategias que ofrece el Estado para minimizar el impacto de los precios, y los riesgos. “Tenemos buenas perspectivas siempre que se presenten las condiciones climáticas adecuadas”, remarcó Capitanich, al tiempo que ponderó la adaptabilidad del algodón a condiciones extremas de sequía y abundancia de humedad. Valoró el avance tecnológico que permitió poner en el mercado variedades genéticas de mayor rendimiento y rentabilidad final.
Propuso a la Mesa el análisis de la aplicación del Régimen de Corresponsabilidad Gremial, dado el alto costo de la recolección manual, que conspira contra la rentabilidad del negocio. “Avanzamos en otras producciones, como la tabacalera y la forestal, pero nunca hemos llegado a un acuerdo en la instrumentación para la recolección de algodón”, señaló.
Explicó que el principal escollo para la aplicación de la ley en la producción algodonera es el precio final que tendrá la tarifa sustitutiva. Al respecto, planteó la posibilidad de fijar una tarifa máxima y otra complementaria, para garantizar también una red de recolección manual que permita cumplir con la seguridad social.
Tras valorar el renovado impulso de la producción algodonera en la última campaña, Capitanich destacó el carácter social del cultivo por el efecto multiplicador.
El gobernador repasó la Ley 26.060, por la cual fue creado, en 2005, el Plan de Desarrollo Sustentable y Fomento de la Producción Algodonera, con una asignación de 50 millones de pesos anuales del presupuesto nacional.
Recordó que la ley de su autoría fue instrumentada a partir de 2008, año a partir del cual el Chaco pudo hacer uso de los fondos para financiar en forma directa más de 100 mil hectáreas. “Esto marca también el sendero de la recuperación”, valoró. Remarcó un aspecto significativo de estímulo para el mediano productor: la minimización del riesgo precio, climático y tecnológico. Destacó los efectos del seguro multirriesgos que se aplicó en la campaña 2008/09 sobre unas 38 mil hectáreas de un total de más de 60 mil.
Domínguez: un punto de partida
“La Ley 26.060, el Plan de Desarrollo Sustentable y Fomento de la Producción Algodonera, es un punto de partida”, aseguró el ministro de Agricultura, de la Nación, Julián Domínguez en su intervención. Destacó la ley propiciada por el entonces senador Capitanich en 2005, cuando impulsó la norma.
El funcionario nacional agradeció al gobernador que “sea el principal promotor y responsable de la ley que nos permite debatir y disponer de un instrumento de asignación y promoción de la industria algodonera”. Resaltó que “Capitanich logró tres cosas: combinar el compromiso con la propia realidad territorial, mirarlo con una perspectiva de futuro y materializar un instrumento jurídico, modificando la realidad de la gente y cumpliendo con su propósito”. Dijo que “este esfuerzo no debe ser un punto de llegada, debe ser un punto de partida”.
“En cuanto al financiamiento del programa para combatir el picudo, hay que presentarlo en el marco de la Ley Nacional de Emergencia, porque estamos ante una plaga que produce estragos. Si los recursos no alcanzan, es necesario que los ministros lo coordinen rápidamente como una estrategia”, propició. En cuanto a los puntos necesarios para avanzar en remarcó la inversión en genética, en seguro de precios y en seguro de riesgos. “Las perspectivas nos indican que las provincias del Norte van a ser el nuevo epicentro del crecimiento, de una reconversión productiva, porque están pensando en el desarrollo de las economías regionales”, dijo Domínguez. Enfatizó que el puerto de Rosario, el ferrocarril General Belgrano y la hidrovía Paraná-Paraguay son instrumentos que hacen al escenario de crecimiento de la próxima década: “El paradigma productivo de todas estas zonas del país va cambiar”, vaticinó.