10.08.15Debido a la falta de rentabilidad, en esa provincia caería a la mitad la superficie sojera. En la cosecha pasada, los productores salteños perdieron 165 millones de dólares.
La baja en el precio de la soja, el atraso en el tipo de cambio, la inflación en dólares y el aumento creciente en el costo de los bienes y servicios, han impactado en forma negativa en el margen bruto del cultivo que llegó a ser la estrella de la economía Argentina.
Hoy el sector se debate ante la peor crisis de la última década, y la soja comienza a profundizar la grieta entre la Pampa Húmeda y la producción de las antiguamente llamadas “zonas marginales”.
La expansión de la frontera agrícola que produjo uno de los cambios más espectaculares en la economía agrícola de nuestro país se ha visto frenada por la brusca caída de la rentabilidad de los cultivos a pesar de los rendimientos récords obtenidos en la actual campaña.
Hoy, el cultivo de soja solo tiene un margen de rentabilidad medianamente aceptable en aquellos campos ubicados en un radio de 400 kilómetros de los puertos y con rendimientos por hectárea en el rango de los máximos. Las provincias del NEA, NOA y la mediterránea Córdoba están sufriendo el embate de la inflación en dólares, el incremento de los fletes a puerto y la fuerte caída de la rentabilidad.
Salta es hoy la punta del iceberg y la avanzada de una grieta que en muy poco tiempo llegará al corazón de la Pampa Húmeda. Provocará una división que antes no existía entre las zonas aptas para producir y aquellas no aptas o marginales. Los productores salteños se debaten entre el cierre de sus campos, la quiebra de sus empresas y la emigración a la ciudad de todo el capital humando involucrado en el proceso productivo. No solamente la soja, sino también el maíz, el poroto y otros cultivos de la región han dejado de ser rentables.
Si las variables económicas no se modifican, para la nueva cosecha en Salta se proyecta una caída de la superficie de soja del 50 por ciento, unas 350 mil hectáreas.
Solo en las últimas tres cosechas, los productores de Salta aportaron al país 2.100 millones en concepto de ingreso de divisas y 740 millones en concepto de retenciones a las exportaciones. La provincia ya viene de una fuerte crisis consecuencia de la sequía ocurrida en la campaña 2012/13, lo que provoco una pérdida de rentabilidad. En esa campaña los productores aportaron al gobierno nacional 206 millones de dólares por ingresos de divisas y 72 millones por retenciones; mientras se perdían tranqueras adentro 120 millones de dólares. La situación mejoró durante la cosecha 2013/14 con un aporte de 1.170 millones de dólares de divisas y 410 millones por retenciones.
Sin embargo la fuerte baja ocurrida en el precio de la soja en la cosecha actual, sumado al atraso cambiario y aumento de los costos de producción y fletes al puerto, está generando fuertes pérdidas en el sector productor a pesar de los buenos rendimientos cosechados. Mientras los productores salteños, este año, aportaran al gobierno nacional 740 millones de dólares de ingreso y 260 millones de retenciones, tranqueras adentro deberán asumir una pérdida real de 165 millones de dólares. El NEA, y también el NOA no resisten un nivel de retenciones del 35 por ciento y el nivel actual de los costos del flete al puerto.
Aun llevando a cero las retenciones a la soja, el productor de Salta requiere de una política específica de apoyo financiero que se puede implementar con un fideicomiso o un bono a largo plazo.
La grieta de la soja, comenzó en Salta y se extenderá hacia la Pampa Húmeda.
Debemos tomar conciencia de que cuando un país tiene 70 por ciento de sus zonas de producción con problemas graves de rentabilidad, no hay dudas que el motivo no es la falta de competitividad de sus productores.
El motivo y causa principal es el mantenimiento de una política de tipo de cambio atrasado, alto nivel de retenciones y fuerte carga impositiva.
*Analista del mercado – www.agripac.com.ar«