En 2004/2005, los Vidosevich habían logrado 128 quintales sobre una superficie de
Entusiasmo
Los Vidosevich están entusiasmados con los rindes que lograron, y ya quieren ir por más. «Se van a destinar más hectáreas al cultivo, pero no todas las que quisiéramos por no tener reglas claras para comercializar el maíz y por tener un alto costo de implantación», señaló el productor.
Según Vidosevich, la combinación de la tecnología de semillas, el manejo, la calidad de siembra, el uso de fertilizantes y el buen manejo del barbecho contribuyeron al mayor rendimiento.
«El maíz es un cultivo cuyo nivel de respuesta en cuanto a rendimiento es directamente proporcional a la aplicación de tecnología y al buen uso de los conocimientos técnicos que se tienen sobre el cultivo, como lo son el ajuste en la fecha de siembra, el manejo de la densidad, teniendo en cuenta una buena calidad de siembra; también, el manejo de la nutrición es fundamental para el cultivo, sobre todo el nivel de respuesta a nitrógeno», precisó Juan Carlos Sampaoli, asesor. También destacó el aporte hídrico que tuvo el cereal esta campaña y cómo el mejoramiento genético va empujando cada vez más arriba los rindes.
«El mejoramiento genético está incidiendo directamente en los rendimientos. Estos casos de rindes tan elevados nos recuerdan todo el potencial que está contenido en la semilla de maíz, producto de años de investigación y desarrollo por parte de genetistas y técnicos especializados en el cultivo. Esto nos lleva a decir que en materia de rendimiento el maíz todavía no alcanzó el techo», concluyó. En su último informe,