En un comunicado,
«El espacio para que aumente el consumo en los mercados importadores tradicionales, como el Reino Unido y Rusia, es muy limitado, pero en los países donde se produce el té, el consumo per cápita es muy inferior y, por lo tanto, hay un gran potencial de mercado», explicó Kaison Chang, secretario del Grupo Intergubernamental de
En los países productores de té se consume apenas una décima parte del té comercializado en los mercados maduros de importación, lo que representa una oportunidad para los productores «siempre que se apliquen las estrategias correctas», según el informe de
Se prevé que las exportaciones mundiales de té negro crecerán un 1,8 por ciento de ahora a 2019, y las de té verde un 5,5 por ciento al año. China es el principal exportador de té, seguida de Kenia, Sri Lanka e India.
SEGURIDAD ALIMENTARIA
«El té puede ser un factor importante que contribuya a la seguridad alimentaria del país», explicó Chang. «En Kenia, por ejemplo, las exportaciones de té cubren la factura completa de las importaciones de alimentos del país», prosiguió.
Las ganancias de las exportaciones de té representan un 35 por ciento del total de los ingresos de las exportaciones agrícolas en Kenia, y representaron el 50 por ciento de los ingresos por exportaciones en el siguiente país productor más grande, Sri Lanka, con lo que se cubrió alrededor del 60 por ciento de las importaciones de alimentos.
El té negro representó el 65 por ciento del total de la producción de té en los últimos cinco años, el 67 por ciento del consumo y el 80 por ciento del comercio. El reconocimiento en los países desarrollados de los beneficios del té verde para la salud en los últimos años ha impulsado las exportaciones.
Fuente: EUROPA PRESS