La avicultura, como tantas otras actividades, planifica sus acciones con antelación. Para el período agosto-septiembre de cada año ingresan los reproductores que van a generar la producción del año siguiente. En 2008 planeaban un crecimiento del 9 por ciento en la actividad en función de que para esa época había una euforia en materia de precios. Pero en octubre, crisis financiera mediante, cambió el eje de la situación y se pasó del crecimiento a la desaceleración y el objetivo central estuvo puesto en la preservación de los mercados obtenidos. «De enero a marzo las exportaciones cayeron un 15 por ciento y la facturación un 25 por ciento y en el período julio-agosto, cayeron aún más más», explicó Roberto Domenech del Centro de Empresas de Procesadoras Avícolas (Cepa) y agregó que esto «generó una concentración de oferta en el mercado interno y apareció una mayor producción».
No obstante no fue un problema exclusivo de
«Terminamos el año con un crecimiento de producción de 6 por ciento y no fue necesario modificar el ingreso de reproductores. Para el 2010 no será necesario hacerlo tampoco. El mercado interno fue un gran sostén», agregó.
Domenech explicó que durante el 2008 el consumo era de
Por otra parte señaló que el atraso en el pago de las compensaciones generaron complicaciones financieras a las empresas.
En ese sentido, apuntó que el mayor desafío es sostener el crecimiento que fue estimado en un plan estratégico que termina en el 2009 y que renueva sus objetivos entre 2010-2017. «Nuestra estimación de crecimiento es del 6 por ciento anual, es ambiciosa, pero nos va a situar en el 2013 en 39 kilos por persona por año para en 2017 llegar a 44 kilos. Son números posibles ya que el primero es el nivel de consumo en Brasil y el segundo de Estados Unidos», aclaró.
De todos modos, resaltó que para lograr este crecimiento es esencial que exista financiación para la inversión.
Fuente: LaCapital – Rosario.