Se trata de una alianza público-privada estratégica que promueve la revitalización de los procesos biológicos del suelo en campos de 300 productores asociados a cooperativas agrícolas de Misiones, Mendoza, San Juan, Río Negro y Neuquén. Con el acompañamiento del BID Lab, Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, el proyecto potenciará el desarrollo agropecuario con asesoramiento técnico, conocimiento científico y financiamiento.
Enfocados en impulsar prácticas de agricultura regenerativa en cooperativas agrícolas y productores de Misiones, Mendoza, San Juan, Río Negro y Neuquén, el INTA y Fundación Banco Credicoop firmaron un convenio de cooperación. Esta alianza público-privada trabajará en el proyecto “Crecer cooperando”, cofinanciado por el BID Lab, Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, que busca regenerar la materia orgánica y la biodiversidad del suelo.
La yerba mate y la mandioca de Misiones, la vid, el tomate y la floricultura de Mendoza y San Juan, así como las peras y manzanas de la Región Alto Valle de Río Negro y Neuquén comenzarán un proceso de transición hacia la agricultura regenerativa de la mano de los especialistas del INTA.
De acuerdo con José “Pepe” Portela -especialista en ecofisiología vegetal y uno de los referentes en agricultura regenerativa del INTA-, “la agricultura regenerativa se presenta como una oportunidad frente a las nuevas demandas”. Es que, mediante este manejo agronómico es posible lograr una productividad más eficiente en el uso de recursos, con estabilidad en los rendimientos.
Para esto, -detalló Portela- es importante fabricar materia orgánica y mantener al suelo siempre vivo, a fin de intensificar sus procesos naturales, generando mucha actividad biológica y diversa. “Regenerar un suelo involucra tanto a la biodiversidad del suelo como aquella complementaria a los cultivos”, puntualizó.
Por su parte, Gustavo Marino -responsable de proyectos y asistencia técnica de Fundación Banco Credicoop- reconoció que “es la primera vez que la agricultura regenerativa está en la agenda de la Fundación”, al tiempo que subrayó que “esta temática gana terreno en la Argentina y el mundo, ya que permite agregar valor y diferenciar los cultivos y sus productos derivados en el mercado internacional, lo que mejora el precio”.
A su vez, celebró el vínculo con el INTA y recordó que “comparten muchos años de trabajo articulado y diversos proyectos de desarrollo agrícola”. Además, no dudó en señalar: “Tienen técnicos muy profesionales y capacitados que nos permiten avanzar en este proyecto que genera mucha expectativa e interés entre los productores”.
Mediante el proyecto “Crecer cooperando”, los equipos técnicos impulsan diversas estrategias de agricultura regenerativa en los campos de 300 productores asociados a cooperativas agrícolas de Misiones, Mendoza, San Juan, Río Negro y Neuquén. El proyecto tiene como objetivo facilitar el acceso tecnologías innovadoras tales como sistemas de riego, energías alternativas renovables y mallas antigranizo, así como actividades de capacitación y asesoramiento técnico en materia tecnológica, de comercialización y financiamiento.
En este sentido, Portela dio un paso más y dijo: “Cada sistema productivo es único y está definido por características propias y particulares. Incluso, en el mismo lote, pueden ser necesarias estrategias regenerativas diferentes”. Además, subrayo: “No hay recetas ni indicaciones universales”, motivo por el cual “cada centro regional tendrá actividades propias, seguramente parecidas, pero no necesariamente iguales”.
Para esto, Marino puntualizó que tienen un recorrido ya trazado junto con los equipos especializados del INTA que consiste en la sensibilización de los productores, así como su capacitación y asistencia técnica para la implementación en las fincas. “Hay mucha expectativa puesta en el proyecto y muy buena aceptación por parte de los productores involucrados”.