Su línea completa de mobiliario Monteví mereció el galardón que se entregó el 25 de mayo en Montevideo. Agustín Menini y Carlo Nicola, dos diseñadores jóvenes y nuevos referentes del diseño industrial de ese país, la desarrollaron a partir de la revalorización del tablero de Eucaliptus Finger Joint y la búsqueda en la tradición local.
El material empleado les permite crear desde una silla hasta una biblioteca, pasando por una luminaria, y cuenta con el sello internacional FSC , que certifica el origen de la madera, su trazabilidad y cuidado ambiental. Según explican sus autores, la línea enfatiza las características del material. “También buscamos un lenguaje comunicacional vinculado a la sustentabilidad , a lo regional, al trabajo semi-industrial que lo convierten en un producto actual”, agregan.
El DI Alvaro Heinzen, jurado por Uruguay, ponderó la coherencia formal de los ocho productos de la línea y su relectura de un mobiliario muy popular en la década del 50. “No se trata de una traslación directa del estilo anterior sino de una solución que alcanza una síntesis muy actual de ese lenguaje”, dijo Heinzen. Además, valoró la articulación lograda entre distintos agentes de la cadena madera-mueble , ya que, según explica, “se involucró a una empresa forestal (Urufor) para participar del proyecto”.
Eduardo Naso, jurado por
El concurso se realizó en el marco del Subgrupo de Trabajo N° 7 “Industria” del Mercosur (comisión de Calidad e Innovación), cuyos representantes son integrantes de los Gobiernos Nacionales de los países miembros. Por
El segundo premio fue para Lomu, un mueble multiuso diseñado por el estudio chaqueño Tochement (“trabajo”, en wichi) que integran Soledad Orrantia y Leandro Romero. Mix de aparador y base de home theatre , está resuelto en algarrobo y quebracho blanco, maderas de monte nativo “cuya textura y calidad superficial buscan aportar una carga semántica que lo relacione con lo natural, rústico, orgánico y cálido”, explica Romero. El mueble se distingue por su fachada: “Se lograron unas texturas interesantes a partir de un trabajo con listones de madera”, opina Naso.
El tercer premio le correspondió a la silla Trapeziu, del estudiante Luis Gustavo Bittencourt Pinto, de Río de Janeiro. “Presenta una propuesta constructiva sumamente original –explica el DI Bernardo Senna, jurado por Brasil–, ya que reduce la producción a la combinatoria de tres módulos básicos unidos por dos piezas metálicas.” Agrega que esto facilita su embalaje y transporte.
La propuesta está pensada a partir de la reutilización de secciones de madera, y se vale del recurso de operaciones mínimas y simples de carpintería: “Se les da la forma trapezoidal con el tupí, se cortan sus extremos, se agujerea y se enhebran las piezas”, comenta el autor. Así se obtiene una silla que no requiere de encolado, lo que permite una posterior disposición final o reuso de la materia prima.
El jurado determinó dos menciones honoríficas . Por Brasil, la línea Caruaru , del prestigioso diseñador Marcelo Rosenbaum, inspirada en los muebles de trazos gruesos hechos con madera de pino que suelen venderse en la populosa feria franca de Caruaru, en el estado nordestino de Pernambuco. La línea incorpora los colores vivos originales y la posibilidad de tunearlos con xilografías del artista local J. Borges. Según explica Senna, esto “posibilita la inserción de un producto tradicional en un mercado más exigente”, aunque se trate de una línea de muebles económicos.
La otra mención correspondió al diseñador porteño Facundo Spataro con su estantería Squadra , un mueble autoportante que prescinde de tornillos y permite su armado sólo por encastre. Se genera a partir de madera maciza certificada y placas de MDF, con lustre de lacas al agua. Según su autor, fue concebido “desde la situación de estoqueado y transporte para reducir al máximo su tamaño, de modo que está pensado para responder a una demanda de exportación”.
En suma, el Premio Mercosur es una muestra de las búsquedas de materiales alternativos que vienen llevando a cabo los diseñadores de la región. En especial, la revalorización de tableros y la resignificación de los listones de madera.
“Resulta gratificante verificar que el concurso se va estableciendo como una de las oportunidades para tomar el pulso a la producción tanto de diseño de mobiliario como de la región”, explica Heinzen, y destaca: “La difusión de estas experiencias es muy importante para demostrar la capacidad de generar una producción exportable, de mayor valor agregado, para nuestras materias primas y nuestra producción”.
Fuente: Clarín