«El resultado es un residuo seco, rico en celulosa y lignina, que se llevará a una planta de combustión para quemarlo y convertirlo en energía eléctrica», tal y como precisaron ayer fuentes de la conselleria que dirige Juan Cotino.
Además, el metano que se libera en el proceso de fermentación se puede emplear para la combustión de la paja, pues al estar en un compartimento hermético se puede reutilizar, evitando así su emisión a la atmósfera.
Desde
En los últimos años, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un sistema para la transformación de la paja en abono y en camas para ganado. Esto permitía evitar las humaredas habituales en la época de la siega. Sin embargo, han habido temporadas en que no se ha recogido la paja, por lo que su descomposición afectó al lago de
En el proyecto, además de
Fuente: lasprovincias.es