Cerca de un centenar de organizaciones, asociaciones de productores de agricultura familiar y profesionales independientes de Misiones, entre otras entidades civiles no gubernamentales, trabajadores de la salud y redes y movimientos nacionales y latinoamericanas adhirieron a un documento público en el que marcaron posición frente a la iniciativa de Agricultura de la Nación con MAIZAR (Asociación Maíz y Sorgo Argentino). “Rechazamos enérgicamente este proyecto que pone en riesgo la ya amenazada biodiversidad de las semillas nativas y criollas de la provincia y de la región, como así también la soberanía alimentaria, la salud humana, dañando de manera directa a la familia agraria y el ecosistema natural de la Selva Paranaense”.
Entre sorprendidos e indignados, con calificaciones desde “vergonzosa iniciativa” hasta de promover una “sustentabilidad engañosa”, considerando el contexto de que por ley nacional se logró la declaración a Misiones desde 2019 para ser reconocida como “Capital Nacional de la Biodiversidad”, a través de un duro documento un grupo de redes de las principales organizaciones agroecológicas, expresaron un rotundo “No a las semillas transgénicas en Misiones” como lema de la lucha que iniciarán para frenar la iniciativa en la provincia.
La polémica surgió en diciembre, a partir del anuncio que la Secretaría de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial dependiente de la Secretaría de Agroindustria de la Nación firmó un convenio con la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), para desarrollar el cultivo de maíz transgénico, de alta productividad en Misiones y en el Nordeste de Corrientes, con el objetivo de de producir y exportar –desde estos territorios- más de 1.000.000 de toneladas al Brasil.
Posteriormente, funcionarios nacionales de los programas y proyectos de Agricultura Familiar iniciaron presentaciones en Puerto Rico para el desarrollo del cultivo de maíz con semillas transgénicas; y en San Antonio comenzaron con ensayos de siembra en chacras de pequeños productores, en el marco del acuerdo de MAIZAR y Agricultura de la Nación.
Con el correr de las semanas de enero, en la provincia decidieron dar a conocer un documento sectorial consensuado con casi un centenar de adhesiones, impulsado por la Red de Agroecología de Misiones, la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM), el Movimiento Nacional de Salud (LAICRIMPO), el Movimiento Mundial ara la Salud de los Pueblos de Latino América (MSPLA) y MAELA (Movimiento Agroecológico de América Latina), entre otras organizaciones de productores de la provincia que se fueron sumando para elevar su voz en contra de la propuesta del gobierno nacional.
No a los transgénicos
En el documento –al que accedió ArgentinaForestal.com – señalaron que mantener durante miles de años la biodiversidad silvestre y cultivada fue uno de los factores que permitió a los agricultores de todo el mundo, y en Misiones en particular, de asegurar sustentabilidad ambiental, su independencia productiva y la soberanía alimentaria de sus comunidades.
“Los ciudadanos y ciudadanas, campesinos, productores de la agricultura familiar, estudiantes, trabajadores de la salud de Misiones, integrantes de las organizaciones, redes y movimientos que suscriben, rechazamos enérgicamente este proyecto que pone en riesgo la ya amenazada biodiversidad de las semillas nativas y criollas de la provincia y de la región, como así también la soberanía alimentaria, la salud humana, dañando de manera directa a la familia agraria y el ecosistema natural de la Selva Paranaense”, señalaron.
La reciente ley 27.494 de la Nación, promulgada el día 5 de diciembre del 2018 que declara a la Provincia de Misiones como “Capital Nacional de la Biodiversidad” , es considerado por el sector agroecológico como “el fruto del esfuerzo de la sociedad misionera y de los organismos gubernamentales de preservar los bienes naturales”. Pero con este convenio que pretenden avanzar en tierras de productores misioneros consideraron que “la ley ha sido herida de muerte ante la confirmación y avance del Proyecto de cultivos de maíz transgénico en siente localidades de la Provincia sin previa participación de la ciudadanía y no teniendo en cuenta la Ley provincial de Fomento a la Producción Agroecológica (Ley VIII-N°68 – promulgada 16/10/2014) y tampoco la Ley provincial de prohibición del glifosato (Ley XVI- N°124 – sancionada el 18/10/2018)”, detallaron en el documento.
Explicaron que cuando la ONU (Naciones Unidas), el máximo organismo de diplomacia internacional, adopta el lunes 17 de diciembre de 2018 en Nueva York, la “Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales”, toma una medida sin precedentes y reconoce una serie de derechos para los sectores populares del campo, reivindicando el rol fundamental de la agricultura familiar para combatir el hambre, cuestionando a los agroquímicos, defendiendo el derecho a proteger las semillas (frente a los intentos de privatización), y remarcando la necesidad de la soberanía alimentaria.
“En Misiones vemos ahora amenazada nuestra soberanía y avasallados nuestros derechos, ante este avance de introducir oficialmente semillas transgénicas”, remarcaron.
En esa línea, detallaron 10 fundamentos por los cuales se oponen a este proyecto
1) Las semillas transgénicas son parte de un modelo productivo que ataca directamente la biodiversidad, y dado que las mismas se utilizan bajo paquetes tecnológicos basados en plaguicidas de diverso tipo, destruye y envenena el suelo, el agua, el aire y como consecuencia pone en riesgo la salud de los animales. de las plantas y de las personas.
2) Impide el derecho a que la población tenga una alimentación sana segura y soberana. Por eso es necesario aplicar, en este caso, el principio de precaución (Declaración de Río 1992)
3) El maíz transgénico en Misiones viene a destruir el modelo de producción con enfoque en la agroecología ya que ambos modelos son incompatibles. Una vez que un OGM (Organismos modificados genéticamente) es liberado al medio ambiente es imposible retirarlo o prevenir su esparcimiento. La coexistencia entre los maíces de variedad y el maíz transgénico no es posible ya que este último los contamina. Además no son necesarios ya que las variedades locales han demostrado ser muy eficientes y productivas ya que están adaptadas a nuestros modos de manejo, suelo y clima.
4) El cultivo de transgénicos necesita la utilización de grandes cantidades de agrotóxicos, como el glifosato, entre otros. “El glifosato está clasificado como probable cancerígeno por el IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer dependiente de la Organización Mundial de la Salud). No quedan dudas del gran impacto que trae en el deterioro de la salud y la calidad de vida, con el gran aumento de cáncer, linfomas, hipotiroidismo, abortos espontáneos, malformaciones, constatadas en varias investigaciones realizadas en las regiones o provincias en donde se utilizan estos venenos para los monocultivos”, indicaron en el documento.
5) Atenta contra el derechos de los agricultores a resembrar su propia semilla, los esclaviza y los desplaza del mercado y luego de sus tierras.”Por ser un producto de ingeniería, las semillas son patentadas, por lo que para los agricultores, guardar una parte de la propia cosecha para la próxima estación de siembra se convierte en ilegal, asegurándole a las empresas nuevas ventas cada estación e incluso ganancias extras al llevar a juicio a los agricultores cuyas parcelas se “contaminen” de transgenes patentados”(víacampesina.org).
6) Esta propuesta viene a agravar más el deterioro ambiental de la región, ya que requerirá del desmonte de miles de hectáreas de Selva Paranaense. “El ecosistema de Misiones es uno de los que alberga la mayor biodiversidad del país. Promover desde el estado la siembra masiva de maíces sumada a la incorporación del paquete tecnológico de alto uso de agrotóxicos es promover la destrucción de la base misma de sustentación de la producción .Basta ver los desastres ambientales, económicos y sociales en los vecinos países por un modelo productivo no acorde a su ecosistema”, remarcaron.
7)Misiones cuenta con una historia reconocida en la región y en el país de recuperación de maíces criollos en manos de los productores y de programas / instituciones que han acompañado a los mismos.
8) Exigimos que el apoyo financiero sea para impulsar la producción, enriquecimiento e intercambio con las semillas locales, con manejo desde las familias agrícolas en armonía con la diversidad y la selva. Permitir la implantación de maíz transgénico implica dependencia total de las grandes corporaciones que comercializan esta semilla de maíz.
9) Con la investigación y producción de OGM los seres humanos manipulamos la vida y jugamos a ser dioses con las consecuencias ambientales, sociales , culturales, económicas y políticas a que esto conlleva.
10) Para que merezcamos seguir siendo “La Capital Nacional de la Biodiversidad: instamos a todos los misioneros, a los Gobiernos municipales, concejos deliberantes, a la Cámara de Representantes y al Ejecutivo Provincial a no dejarnos avasallar, a no quedarnos callados, a defender la vida en todas sus manifestaciones, las semillas nativas y criollas, a defender la biodiversidad, el agua, la tierra, a declarase a favor de la agroecología como propuesta de modelo productivo para luchar por la soberanía alimentaria y por la salud de todos y a la prohibición de la siembra y plantación de transgénicos en los municipios de la Provincia”.
Finalmente, expresaron que “las semillas patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, y deben seguir estando en manos de los agricultores y no de las grandes corporaciones”.
Fuente: Misiones online