Intercambio de experiencias con el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal de Cuba.
En la sede central del Senasa, una delegación del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (IISV) del Ministerio de Agricultura de Cuba abordó ante especialistas del Organismo nacional la producción y uso de controladores biológicos en la isla caribeña y recibió información sobre esas acciones en la Argentina.
Una delegación de expertos cubanos que intercambió experiencias y saberes con pares del Senasa, el INTA y otras entidades públicas vinculadas con la temática, visitó nuestro país.
Con el objetivo puesto en cuidar el ambiente, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja en el desarrollo y fomento del manejo agroecológico de plagas para una producción agrícola sustentable.
“Cuba tiene mucha experiencia en el control biológico de plagas y para nosotros es una herramienta clave en los programas sanitarios, en este caso apuntado especialmente al control de langostas”, explicó director nacional de Protección Vegetal del Senasa, Diego Quiroga.
Los expertos cubanos, además, recorrieron, en La Rioja, zonas donde habita la langosta y en las que el Senasa realiza el Plan Integrado de control, siendo interiorizados sobre las metodologías utilizadas.
“Por las condiciones de la Argentina, la langosta es una plaga difícil de controlar. Vemos que han reunido un grupo importante de estudios e información para el tratamiento de la plaga. Nosotros tratamos de aportar la experiencia de Cuba en el tema y creemos que hay posibilidades de alcanzar éxitos en el control de la langosta”, afirmó el director científico del IISV, Jesús Jiménez Ramos.
La delegación cubana también recorrió el cinturón hortícola de La Plata y Florencio Varela, donde evaluó las herramientas de control biológico de plagas utilizadas e hizo aportes para mejorarlas y culminaron su visita al país con una conferencia en la Facultad de Agronomía de la UBA, referida a la experiencia cubana en el control agroecológico de plagas.
La visita cubana se propició a través del Fondo Argentino de Cooperación Internacional (FOAR), un programa del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación que promueve iniciativas conjuntas de cooperación Sur-Sur con otros países de igual o menor desarrollo relativo económico y social, mediante mecanismos de asociación, colaboración y apoyo mutuo.